Porción 90

Texto Ôureo: Números 8-9
Lecturas para adultos en la semana

DĆ­a 1:Ā NĆŗmeros 8-9

DĆ­a 2: Salmo 81

DĆ­a 3: JeremĆ­as 37

DĆ­a 4: Lucas 11:37-54

DĆ­a 5: Lucas 18-19

DĆ­a 6: Efesios 1:15-23

I- La menorĆ”.

La MenorĆ”[1] (el candelabro del tabernĆ”culo) representa la función del EspĆ­ritu Santo que ilumina lo mĆ”s profundo de nuestro ser[2]. A travĆ©s de Ɖl nos elevamos y llegamos a comprender el propósito de Dios para nuestras vidas. Sin embargo, Āæcómo podemos saber que esa iluminación no es de un espĆ­ritu falso?[3] Pues porque el propio EspĆ­ritu inspiró cada detalle de la Escritura y nos la regaló para poder probar los espĆ­ritus[4], aquella Escritura que anuncia y describe Su obra redentora y el ministerio de reconciliación para el hombre que es el propósito de Dios. Todo lo que armonice con la Escritura no puede ser adjudicado a la obra del EspĆ­ritu Santo.

De la misma manera que la MenorĆ” representaba la función del EspĆ­ritu, Pr 6:23 nos refleja un paralelismo: Ā«Porque el mandamiento es lĆ”mpara, y la enseƱanza es luz…». Interesantemente, Dios manda a Aarón a encender las luces de modo que alumbren hacia delante, como seƱalando que el conocimiento de los mandamientos y su enseƱanza deben estar destinados no a adquirir solo información, sino para alumbrar el camino del hombre. La sociedad generalmente legisla en contra del asesinato y del robo a partir de consideraciones pragmĆ”ticas propias. Esto es legal porque si no la sociedad no funcionarĆ­a. El peligro con esto radica, como vemos hoy en la mayorĆ­a de los paĆ­ses, en que estas normas pueden ser manipuladas constantemente para satisfacer las necesidades especĆ­ficas del momento, ocurriendo que muchas veces lo que ha sido bueno luego se convierte en malo o viceversa. ĀæQue algo sea legal hoy significa que estĆ” bien? ĀæAcaso debemos redefinir nuestro sentido del bien y el mal para acomodarnos a las nuevas tendencias? La posición de la TorĆ” es que, independientemente de lo que la sociedad tolere o no, no debemos robar, asesinar o cometer adulterio. El bien y el mal no estĆ”n sujetos a la racionalización, sino que son determinados o clasificados en la Escritura por el Ćŗnico Ser inmutable, eterno y perfecto que hay.

El servicio de Aarón de mantener la MenorĆ” encendida nos ilustra lo importante de ser constantes en el servicio a Dios. Hay congregaciones que se desaniman con su liderazgo, porque se comienzan muchas cosas que nunca se terminan. Es fĆ”cil tener entusiasmo al comenzar un nuevo proyecto, pero mantener ese entusiasmo cuando se acaba lo novedoso es una verdadera prueba de carĆ”cter. Esto sucede porque la complacencia del inicio es tan grande que perjudica la posibilidad de tener una continuidad con igual significado. El antĆ­doto es no agotar toda la energĆ­a en el inicio, sino tambiĆ©n tener claro que la continuidad necesita de responsabilidad activa. Ahora, la fuente para mantener la constancia para todo en la vida se encuentra en Dios, y para eso Ɖl ha dado los recursos. Alguno se preguntarĆ”: ĀæPor quĆ© estando el EspĆ­ritu Santo presente nos desanimamos en la constancia ministerial? Esto sucede porque somos negligentes en ajustar nuestra vida a la santidad descrita en la Escritura y descuidados con la devoción diaria, cayendo en un espiral descendente que lleva al enfriamiento de nuestra fe y a una vida solitaria sin Dios.

II- Las fiestas del SeƱor son del SeƱor.

Es muy bueno tener claro que las festividades bĆ­blicas no son meras conmemoraciones de eventos históricos simplemente, sino que tambiĆ©n son reformulaciones espirituales. Por eso nunca se celebrarĆ”n dos festividades iguales, cada una brinda la oportunidad de inspirar la vida del creyente. Por ejemplo, en PĆ©saj (Pascua) se reflexiona en la continua dependencia en Dios para renovar las fuerzas y continuar viviendo en la libertad de toda atadura de esclavitud maligna, de nuestros impulsos carnales y de los hĆ”bitos destructivos que nos trasmite una sociedad perversa. Por ejemplo: En Shavuot (PentecostĆ©s) nos adentramos en el corazón de la Palabra, gracias al EspĆ­ritu Santo que reconecta con Dios; mientras que en Sucot (TabernĆ”culos) llenamos las reservas de nuestros corazones con verdadera alegrĆ­a y consuelo. Las diferentes particularidades de cada festividad son herramientas que nos posibilitan meternos conscientemente en las dimensiones espirituales del momento que se vive. Por eso en el caso de la Pascua, de esta porción, la purificación fue un punto muy importante; e inclusive, algunos por esta causa no podĆ­an celebrarla, pero la porción deja claro que Dios no es pronto para la ira, sino que les indicó celebrar una segunda Pascua al mes siguiente para aquellos que no pudieron hacerlo. Al ver esto se puede entender con mĆ”s claridad que Dios creó todas las leyes para beneficio nuestro y eso incluye las convocaciones que hace a celebrar fiestas espirituales, Ɖl es el primer interesado en que nos beneficiemos de ellas.

Ā 

Preguntas:

1.- ¿Por qué cree usted que la sociedad de hoy es tan enfÔtica con respecto a reclamar su derecho y así definir libremente la moralidad?

2.- ¿Por qué cree usted que los hombres impuros reclamaron el no poder participar de Pésaj?

3.- Si un joven le pregunta cómo pudiera tener un ministerio efectivo, ¿qué le respondería usted a la luz de esta porción?

 

 

[1] Los siete brazos de la MenorÔ estaban adornados con copas decorativas, botones y flores; todo esto elaborado a partir de una pieza de oro sólido.

[2] Pr 20:27.

[3] 1 Jn 4:1.

[4] 2 P 1:20-21.

 

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