Texto Ôureo: Números 13
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1:Ā NĆŗmeros 13
DĆa 2: JosuĆ© 2
DĆa 3: Joel 3
DĆa 4:Ā Mateo 13:1-23ā
DĆa 5: Lucas 21
DĆa 6: Hebreos 6:13-20
I- La toma de decisiones.
Esta porción nos enseƱa que antes de tomar decisiones debemos ver, observar, investigar y analizar cuĆ”les de las posibilidades armoniza con la voluntad de Dios y entonces, sólo despuĆ©s de ese proceso, hacer. Hay dos formas de saber la voluntad de Dios: (1) A travĆ©s de la Escritura, (2) A travĆ©s de un mensaje directo de Dios. Sin embargo, debemos entender que el SeƱor no es hombre para cambiar de parecer. Cualquier mensaje de Ćl siempre estarĆ” en armonĆa con la Escritura. Si Dios le habĆa dado de regalo esta tierra a Israel, la misión de los espĆas tenĆa el propósito de recopilar información para trazar una estrategia de conquista y no para evaluar si era segura la tierra o no.
II- El anƔlisis de las situaciones.
Muchas veces las personas no ven la realidad de un asunto, sino que simplemente proyectan su propia perspectiva. Es decir, que ven en la situación lo que desean ver. Alguien ilustraba esto en una ocasión: «¿QuĆ© ve el ratón en una ratonera? Lo Ćŗnico que ve es el queso, pues el olor a nublado su mente. Si el ratón viera la trampa de seguro no caerĆa.Ā». Lo mismo sucede con los miedos, en donde una serie de baƱos quĆmicos en su cuerpo ciega a las personas, haciĆ©ndoles ver como real imĆ”genes que nunca han existido acerca de una realidad.
III- La influencia del liderazgo.
Dios le da la tarea a MoisĆ©s de enviar doce lĆderes, uno de cada tribu, para espiar la tierra de CanaĆ”n. Sin embargo, MoisĆ©s como buen siervo acepta la tarea, pero confirmó con Dios acerca de su selección (Nm 13:3). Con todo y esto MoisĆ©s continĆŗa preocupado con la misión y decide agregar una letra al nombre de Oseas, llamĆ”ndole JosuĆ© (YehoshĆŗa en hebreo), que significa āDios te salveā. Con esto trataba de influenciar en la mente de ellos para que tuvieran presente a Dios en todo momento.Ā Ā Ā Ā Ā Ā
IV- La autoestima.
En Nm 13:33 los espĆas concluyeron que los habitantes de la tierra prometida los veĆan a ellos como insectos (fĆ”cilmente derrotables), pero esto era real solo en sus propias mentes. La gente siempre te tratarĆ” exactamente de la misma manera en la que tĆŗ te concibes a ti mismo. Entonces, es en vano tratar de cambiar lo que la gente piensa de uno sin concentrarse en cambiar lo que creemos de nosotros mismos. La mejor manera de transformar la percepción acerca de nosotros mismo es a travĆ©s de acciones, no a travĆ©s de la meditación o el simple deseo. Si una persona comienza a actuar imitando a Cristo se sentirĆ” cada vez mĆ”s y mĆ”s parecido a Ćl y verĆ” como todos los que le rodean seguirĆ”n su ejemplo.
V- A veces el hablar mal comienza con el hablar bien.
La mayorĆa de las veces la estrategia de aquellos que van a hablar mal de otro es comenzar a hablar bien. Con esto le va creando confianza a la persona que oye y a la vez gana en credibilidad a lo que dirĆ” despuĆ©s. Esto es simplemente una estrategia tan macabra que muestra lo retorcido de la conciencia de aquel que estĆ” hablando.
Preguntas:
1.- ¿En qué medida pudiera estar pasando una iglesia por esta misma situación a la hora de alcanzar sus conquistas?
2.- Algunos creen que Dios permitió esto como una trampa, otros que fue una manera de depurar al pueblo y otros que fue la forma de demostrarles que no estaban listos para entrar a la tierra prometida. ¿Qué considera usted y por qué?
3.- ¿En qué sentido lo descrito en esta porción fue diferente a Hch 1:4?
NĆŗmerosĀ 13
Los exploradores
1 Y habló YHVH a MoisĆ©s, diciendo: 2 EnvĆa hombres que exploren para ti la tierra de CanaĆ”n, la cual doy a los hijos de Israel. EnviarĆ©is un varón por cada tribu de sus padres, cada cual jefe entre ellos. 3 Entonces MoisĆ©s los envió desde el desierto de ParĆ”n, segĆŗn el dicho de YHVH. Y todos aquellos varones eran jefes entre los hijos de Israel.
4 Y estos eran sus nombres: De la tribu de RubĆ©n, SamĆŗa ben Zacur. 5 De la tribu de Simeón, Safat ben HorĆ. 6 De la tribu de JudĆ”, Caleb ben Jefone. 7 De la tribu de Isacar, Igal ben JosĆ©. 8 De la tribu de EfraĆn, Oseas ben Nun. 9 De la tribu de BenjamĆn, Palti ben RafĆŗ. 10 De la tribu de Zabulón, Gadiel ben Sodi. 11 De la tribu de JosĆ© (de la tribu de ManasĆ©s), Gadi ben Susi. 12 De la tribu de Dan, Amiel ben Gemali. 13 De la tribu de Aser, Setur ben Micael. 14 De la tribu de NeftalĆ, Nahbi ben Vapsi. 15 De la tribu de Gad, Geuel ben Maqui. 16 Estos son los nombres de los varones que MoisĆ©s envió a explorar la tierra. Y a Oseas ben Nun, MoisĆ©s le puso por nombre JosuĆ©. 17 Los envió, pues, MoisĆ©s a reconocer la tierra de CanaĆ”n, y les dijo: Subid ahĆ por el NĆ©guev y remontad luego la montaƱa. 18 ObservarĆ©is la tierra, cómo es, y al pueblo que la habita, si es fuerte o dĆ©bil, si escaso o numeroso. 19 Cómo es el suelo en que Ć©l habita, si es bueno o malo, y cómo son las ciudades en las cuales mora, si abiertas o fortificadas, 20 y cómo es la tierra, si fĆ©rtil o estĆ©ril, si hay Ć”rboles o no. Ā”Esforzaos y recoged del fruto de la tierra! Era la estación de las primeras uvas. 21 Y subieron y exploraron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, a la entrada de Hamat. 22 Y remontaron el NĆ©guev y llegaron hasta Hebrón, donde estaban AhimĆ”n, Sesai y Talmai, hijos de Anac (Hebrón habĆa sido edificada siete aƱos antes que ZoĆ”n, en Egipto). 23 Y llegaron hasta el valle de Escol, y allĆ cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual cargaron en un palo. Llevaron tambiĆ©n algunas granadas y algunos higos. 24 Y llamaron aquel lugar Najal-Escol a causa del racimo que cortaron de allĆ los hijos de Israel. 25 Y al cabo de cuarenta dĆas regresaron de explorar la tierra, 26 y fueron encaminados a donde estaban MoisĆ©s y Aarón y toda la comunidad de los hijos de Israel, en el desierto de ParĆ”n, en Cades. Y dieron cuenta a ellos y a toda la asamblea y les mostraron el fruto del paĆs. 27 Y les contaron diciendo: Ā”Llegamos a la tierra que nos enviaste y estĆ” fluyendo leche y miel! Ā”Ved aquĆ sus frutos! 28 Pero el pueblo que habita en esa tierra es fuerte, y las ciudades han sido fortificadas y son muy grandes, y allĆ vimos a los descendientes de Anac. 29 Los amalecitas habitan en la tierra del NĆ©guev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en la serranĆa, y el cananeo habita a lo largo del mar Grande y en la ribera del JordĆ”n.
30 Caleb trató entonces de apaciguar al pueblo en presencia de MoisĆ©s, y dijo: Ā”Subamos ya y conquistĆ©mosla! Ā”Ciertamente podremos con ella! 31 Pero los hombres que habĆan subido con Ć©l, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es mĆ”s fuerte que nosotros. 32 Y difamaron ante los hijos de Israel la tierra que habĆan explorado, diciendo: El paĆs que fuimos a explorar es un paĆs que devora a sus habitantes, y todo el pueblo que vimos en medio de Ć©l son hombres de inmensa estatura. 33 Y vimos allĆ a los nefileos, y parecĆamos langostas ante sus ojos.
āŗ13.2 TM repite un hombre. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.20 si hay… TM aƱade en ella. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.10 Sodi… LXX: Sudi.
āŗ13.22 hijos de Anac… Lit. hijos del collar. Prob. los habitantes cerca de Hebrón eran altos y de cuello largo āDt 1.28; 9.2.
āŗ13.23 palo… TM aƱade entre dos. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.24 NajalEscol… Es decir, Valle del Racimo.
āŗ13.27 enviaste y… TM aƱade ciertamente… ella. Se sigue LXX ā§194.
āŗ13.29 del JordĆ”n… Prob. inserción de un editor posterior.
āŗ13.32 difamaron… ā14.37.
āŗ13.33 nefileos… LXX: gigantes. TM aƱade hijos de Anac y repite nefileos. Se sigue LXX ā§194; §173.
Josué 2
Los dos espĆas
1 Y envió JosuĆ© ben Nun desde Sitim a dos jóvenes a espiar diciendo: Id y reconoced la tierra, y Jericó. Y los jóvenes fueron encaminados a Jericó, y entraron en casa de cierta mujer ramera cuyo nombre era Rahab, y pernoctaron allĆ.
2 Y se dio aviso al rey de Jericó, diciendo: Ā”Hombres de los hijos de Israel vinieron a espiar el paĆs! 3 Y el rey de Jericó envió a decir a Rahab: Ā”Saca a los hombres que entraron en tu casa, pues vinieron a espiar el paĆs! 4 Pero la mujer habĆa ocultado a los varones, y les respondió diciendo: Los hombres vinieron a mĆ, 5 pero cuando la puerta era cerrada al anochecer, los hombres salieron. No sĆ© dónde se hayan ido. Id tras ellos que los alcanzarĆ©is. 6 Y ella los habĆa subido al terrado y los habĆa escondido entre unos manojos de lino que tenĆa acomodados en el terrado.
7 Y los hombres fueron tras ellos camino del JordĆ”n, hacia los vados; y cuando sus perseguidores salieron, fueron cerradas las puertas. 8 Y antes que se acostaran, ella subió al terrado y les dijo: 9 SĆ© que Adonai os ha dado la tierra porque vuestro terror ha caĆdo sobre nosotros. 10 Porque hemos oĆdo cómo Adonai hizo secar el mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que hicisteis a los dos reyes del amorreo allende el JordĆ”n: a Sehón y a Og, a quienes destruisteis por completo. 11 Y cuando lo oĆmos, se nos derritió el corazón, y no ha quedado mĆ”s aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Adonai, vuestro DIOS, es Elohim arriba en los cielos y abajo en la tierra. 12 Y ahora juradme por Adonai, que como he hecho misericordia con vosotros, asĆ tambiĆ©n vosotros con la casa de mi padre, 13 y harĆ©is que viva mi padre y mi madre y mis hermanos y todo lo suyo, librando nuestras almas de la muerte. 14 Y los varones le dijeron: Nuestra vida responderĆ” por la vuestra, y cuando YHVH nos entregue esta tierra, mostraremos contigo fidelidad y bondad. 15 Y ella los hizo descender por la ventana, 16 y les dijo: Marchaos al monte, no sea que os alcancen los perseguidores. Os esconderĆ©is allĆ tres dĆas, hasta que hayan vuelto los perseguidores, y despuĆ©s seguirĆ©is vuestro camino. 17 Y los hombres le dijeron: Sin culpa seremos respecto a este juramento tuyo, 18 a menos que cuando entremos en el paĆs, ates este cordón escarlata a la ventana por donde nos vas a descolgar. ReunirĆ”s entonces a tu padre y a tu madre, a tus hermanos y a toda la casa de tu padre contigo en tu casa, 19 pues acontecerĆ” que la sangre de todo aquel que salga fuera de las puertas de tu casa, caerĆ” sobre su propia cabeza, y nosotros estaremos sin culpa, pero la sangre de cualquiera que estĆ© contigo en la casa caerĆ” sobre nuestra cabeza. 20 Pero si alguien nos daƱa o denuncia este asunto nuestro, quedaremos libres de este juramento tuyo. 21 Y ella dijo: Sea conforme a vuestras palabras. Y los despidió.
22 Ellos, pues, fueron encaminados y llegaron al monte, y permanecieron allĆ tres dĆas. Y los perseguidores buscaron por todo el camino, pero no los hallaron. 23 Y los dos jóvenes regresaron, y descendiendo del monte, cruzaron adonde JosuĆ© ben Nun, y le relataron todo cuanto les habĆa acontecido. 24 Y dijeron a JosuĆ©: Ā”YHVH ha entregado en nuestra mano toda esta tierra, y todos los habitantes de la tierra desmayan a causa de nosotros!
āŗ2.1 Rahab… āHe 11.31; Jac 2.25.
āŗ2.2 diciendo… vinieron… TM aƱade he aquĆ… durante la noche… Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.3 que… a espiar… TM aƱade llegaron a ti… todo. Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.4 Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.5 cuando… Id… TM aƱade y estaba… los hombres… rĆ”pidamente. Se sigue LXXĀ ā§194.
āŗ2.7 cerradas… TM aƱade despuĆ©s de. Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.9 vuestro terror… Es decir, el terror que genera la fama de vuestro nombre ā Nm 14.9; nosotros… TM aƱade y que todos los habitantes de la tierra desfallecen ante vosotros. Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.10 secar… TM aƱade las aguas. Se sigue LXX ā§194; mar Rojo… ā Ex 14.21; Og… ā Nm 21.21-35.
āŗ2.11 derritió… ā Nm 14.9; DIOS… TM aƱade Ćl. Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.12 ahora… TM aƱade os ruego… misericordia… de lo cual me darĆ©is seƱal segura. Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.13 hermanos… TM aƱade y hermanas. Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.14 vuestra… TM aƱade con tal que no denunciĆ©is este asunto nuestro. Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.15 descender… TM aƱade con una cuerda… pues su casa estaba adosada alĀ muro, y ella vivĆa en el muro. Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.17 juramento tuyo… Lit. tu juramento. Es decir, el juramento (o compromiso) es de ellos, pero la promesa es para la mujer; TM aƱade que nos hiciste jurar. Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.18 cordón… Heb. tiqvah. TambiĆ©n significa esperanza ā Sal 9.18.
āŗ2.19 cabeza… TM aƱade si mano alguna lo toca. Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.20 juramento… TM aƱade con que nos has juramentado. Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.21 despidió… TM aƱade y se fueron, y ella ató a la ventana el cordón escarlata. Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.22 dĆas… TM aƱade hasta que quienes los perseguĆan regresaron. Se sigue LXX
ā§194.
āŗ2.23 cruzaron… TM aƱade al otro lado y llegaron. Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.24 desmayan… Lit. se derriten āNm 14.9.
Joel 3
Juicio a las naciones
1 Ā”Mirad! En aquellos dĆas y en aquel tiempo,
Cuando Yo restaure la cautividad de JudƔ y de JerusalƩn,
2 ReunirƩ a todas las naciones,
Y las conducirƩ al valle de Josafat,
Y allà serÔn juzgadas a causa de mi pueblo, de mi heredad, Israel,
Que fue dispersado entre las naciones,
Y se dividió mi tierra,
3 Y sobre mi pueblo echaron suerte,
Cambiaron muchachos por rameras,
Y vendieron muchachas por vino, y lo bebieron.
4 ĀæQuĆ© tenĆ©is contra mĆ, Tiro y Sidón y toda la Filistea?
¿Queréis vengaros de m�
Pues si de mà os tratÔis de vengar,
Bien pronto harƩ que vuestra venganza
Se vuelva sobre vuestra cabeza,
5 Porque habƩis tomado mi plata y mi oro,
Mis cosas preciosas y hermosas,
Y las habƩis metido en vuestros templos.
6 Vendisteis los hijos de JudƔ y de JerusalƩn
A los hijos de los jonios para alejarlos de su territorio.
7 Pero Yo los sacarƩ del lugar donde los vendisteis,
Y harƩ recaer la paga sobre vuestra cabeza;
8 VenderĆ© vuestros hijos e hijas a los judĆos,
Y ellos los venderƔn a los remotos pueblos de los sabeos,
Pues asà lo habló Adonai.
Armagedón
9 ”Pregonadlo a las naciones!
”Declarad la guerra santa!
”Despertad a los valientes!
”Todos los hombres de guerra acérquense y suban!
10 ”Forjad espadas del arado y haced lanzas de vuestras hoces!
Diga el dƩbil:
”Fuerte soy!
11 Que todas las naciones en derredor se apresuren a venir:
Ā”Sed reunidas allĆ!
”Oh Adonai, haz que bajen tus valientes!
12 ”Sean levantadas las naciones y vengan al valle de Josafat!
Porque allà me sentaré para juzgar a todas las naciones en derredor.
13 ”Mano a la hoz, que la mies estÔ madura!
”Venid y pisad, porque el lagar estÔ lleno y rebosan las tinajas,
Porque ha sido multiplicada su maldad!
14 ”Multitudes y multitudes en el valle del Juicio!
Ā”Cercano estĆ” el dĆa de Adonai en el valle de la Decisión!
15 El sol y la luna se oscurecerƔn,
Y las estrellas no darƔn su resplandor.
16 Adonai rugirÔ desde Sión,
DarƔ su voz desde JerusalƩn, y serƔn conmovidos los cielos y la tierra.
Pero YHVH es la esperanza de su pueblo,
La fortaleza de los hijos de Israel.
17 Entonces conocerƩis que Yo soy
YHVH vuestro Elohim,
Que habito en Sión, mi santo monte.
JerusalƩn serƔ santa, y los extraƱos no pasarƔn mƔs por ella.
Restauración
18 En aquel dĆa sucederĆ” que los montes destilarĆ”n vino dulce,
Los collados manarƔn leche,
Las caƱadas de JudƔ desbordarƔn de agua,
Y de la casa de YHVH brotarĆ” un manantial
Que regarĆ” el valle de Sitim.
19 Egipto serÔ una desolación, y Edom un desierto asolado,
Por la violencia hecha a los hijos de JudĆ”,
Porque derramaron sangre inocente en su tierra.
20 Pero JudĆ” serĆ” habitada para siempre,
Y JerusalƩn por todas las generaciones.
21 LimpiarĆ© la sangre de los que no habĆa limpiado,
Y YHVH habitarÔ en Sión.
āŗ3.2 valle de Josafat… Josafat = YHVH ha juzgado. Valle cerca de JerusalĆ©n, donde se efectuarĆ” el juicio de las naciones āv. 12; Mt 25.31-46.
āŗ3.4 vengar… Lit. recompensĆ”is. AquĆ, los tĆ©rminos recompensa y recompensĆ”is tienen connotación negativa. EntiĆ©ndase como sinónimos de venganza y vengarĆ©is respectivamente.
āŗ3.5 hermosas… Lit. mis mejores objetos deseables; templos… Otra traducción
posible: palacios.
āŗ3.6 jonios… Esto es, a los griegos en general.
āŗ3.8 sabeos… Pueblo al SO de Arabia.
āŗ3.9 guerra santa… Prob. alusión a la prĆ”ctica de ofrecer sacrificios antes de iniciar una guerra.
āŗ3.10 hoces… Esto es, instrumento cortante de hierro.
āŗ3.11 valientes… LXX: Que el tĆmido se convierta en un guerrero.
āŗ3.12 Josafat… ā3.2 nota.
āŗ3.13 mies… Lit. cosecha.
āŗ3.14 Decisión… Este es otro nombre con el que se refiere al valle de Josafat. El tĆ©rmino decisión puede aludir al veredicto estricto e inapelable de un juicio. Y sin duda es Armagedón.
āŗ3.18 valle… Esto es, valle por el que pasa un torrente; Sitim… Otra traducción posible: valle de las Acacias.
āŗ3.20 generaciones… Lit. por generación y generación.
āŗ3.21 LimpiarĆ© la sangre… Se refiere al dĆa del perdón (Yom Kipur) ā Lv 23.26-32; IsĀ 11.11; §183
MateoĀ 13.1-23
El sembrador
Mr 4.1-9; Lc 8.4-8Ā
1 En aquel dĆa, despuĆ©s de salir JESĆS de la casa, se sentó junto al mar. 2 Y se le juntaron grandes multitudes, por lo cual subió a una barca para sentarse, y toda la muchedumbre estaba de pie en la playa. 3 Y les habló muchas cosas en parĆ”bolas, diciendo: He aquĆ el sembrador salió a sembrar. 4 Y al sembrar, unas cayeron junto al camino, y llegaron las aves y se las comieron. 5 Otras cayeron en los pedregales, donde no tenĆan mucha tierra, y brotaron pronto por no tener tierra profunda, 6 pero salido el sol, se marchitaron por no tener raĆz, y se secaron. 7 Otras cayeron entre los espinos, y los espinos crecieron y las ahogaron. 8 Pero otras cayeron sobre la tierra buena, y daban fruto: una a ciento, otra a sesenta, y otra a treinta por uno. 9 El que tiene oĆdos, oiga.
Propósito de las parÔbolas
Mr 4.10-12; Lc 8.9-10
10 Y acercĆ”ndose los discĆpulos, le dijeron: ĀæPor quĆ© les hablas en parĆ”bolas? 11 Ćl respondiendo, dijo: Porque a vosotros ha sido dado a conocer los misterios del reino de los Cielos, pero a ellos no ha sido dado. 12 Porque al que tiene, le serĆ” dado, y tendrĆ” mĆ”s que suficiente; pero al que no tiene, aun lo que tiene le serĆ” quitado. 13 Por esto les hablo en parĆ”bolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. 14 Y se cumple para ellos la profecĆa de IsaĆas, la que dice:
Con el oĆdo oirĆ©is, pero de ningĆŗn modo entenderĆ©is,
Y viendo veréis, pero de ningún modo percibiréis:
15 Porque el corazón de este pueblo fue engrosado,
Y con dificultad oyeron con los oĆdos,
Y cerraron sus ojos,
A fin de que no vieran con los ojos y oyeran con los oĆdos,
Y entendieran con el corazón
Y se arrepientan;
Aun asà los sanaré.
16 Pero bienaventurados vuestros ojos porque ven y vuestros oĆdos porque oyen, 17 porque de cierto os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oĆr lo que oĆs, y no lo oyeron.
Explicación de la parÔbola
Mr 4.13-20; Lc 8.11-15Ā
18 OĆd, pues, vosotros la parĆ”bola del que sembró: 19 De todo el que oye la Palabra del reino y no la entiende, viene el maligno y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.
20 Y el que fue sembrado en los pedregales, este es el que oye la Palabra y al momento la recibe con gozo, 21 pero no tiene raĆz en sĆ, sino que es de corta duración, y llegada una tribulación o persecución por causa de la Palabra, al momento se escandaliza.
22 Y el que fue sembrado entre espinas, este es el que oye la Palabra, pero el afƔn del mundo y el engaƱo de la riqueza ahogan la Palabra y se hace infructuosa. 23 Pero el que fue sembrado en tierra buena, este es el que oye y entiende la Palabra; el que tambiƩn da fruto, y produce uno a ciento por uno, otro a sesenta, y otro a treinta.
āŗ13.1 āLc 5.1-3.
āŗ13.4 unas… La ausencia de la palabra semilla en este contexto es significativa.
āŗ13.6 se marchitaron… Lit. se agostaron.
āŗ13.8 Se inserta por uno para suplir elipsis del original.
āŗ13.9 oĆdos… Mā aƱaden para oĆr.
āŗ13.12 quitado… ā25.29; Mr 4.25; Lc 8.18; 19.26.
āŗ13.15 fue engrosado… La pasiva indica la acción invisible de un tercero. En este caso expresa el misterio del endurecimiento de Israel āRo 11.7, 25; §32; se arrepientan… Gr. epistrĆ©fo. Otras traducciones posibles: regresen, se vuelvan; Aun asĆ… El adversativo (aun asĆ) lo exige el sĆŗbito cambio de los verbos: del subjuntivo (vean, oigan, entiendan, se conviertan) al futuro de indicativo (sanarĆ©) āIs 6.10; §237.
āŗ13.22 el engaƱo de la riqueza… La voz de Mamón ā§156.
āŗ13.23 Se inserta por uno para suplir elipsis del original.
LucasĀ 21
La ofrenda de la viuda
Mr 12.41-44Ā
1 Y levantando la mirada, vio a los ricos echando sus contribuciones en el arca de las ofrendas. 2 Vio tambiĆ©n a una viuda pobre echando allĆ dos leptones, 3 y dijo: En verdad os digo que esta viuda pobre echó mĆ”s que todos, 4 porque todos estos echaron en las ofrendas de lo que les sobra, pero esta, de su pobreza, echó todo el sustento que tenĆa.
Acerca del templo
Mt 24.1-2; Mr 13.1-2
5 Y mientras algunos hablaban acerca del templo, porque estaba adornado deĀ hermosas piedras y ofrendas votivas; dijo: 6 De estas cosas que contemplĆ”is,Ā vendrĆ”n dĆas en que no quedarĆ” piedra sobre piedra que no sea destruida.
SeƱales y persecuciones
Mt 24.3-28; Mr 13.3-23
7 Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ĀæcuĆ”ndo, pues, serĆ”n estas cosas? ĀæY cuĆ”l esĀ la seƱal cuando estĆ©n a punto de suceder estas cosas? 8 Ćl dijo: Mirad que no seĆ”isĀ engaƱados, porque vendrĆ”n muchos en mi Nombre, diciendo: Ā”Yo soy! Y: Ā”El tiempoĀ estĆ” cerca! No vayĆ”is en pos de ellos. 9 Y cuando oigĆ”is guerras e insurrecciones, noĀ estĆ©is aterrorizados, porque estas cosas tienen que acontecer primero, pero el fin noĀ serĆ” inmediatamente.
10 Entonces les dijo: SerÔ levantada nación contra nación, y reino contra reino; 11 no solo habrÔ grandes terremotos y hambrunas y pestilencias en diferentes lugares, sino también sucesos aterradores y grandes señales del cielo. 12 Pero antes de todas estas cosas, os echarÔn mano y os perseguirÔn, entregÔndoos a las sinagogas y cÔrceles, y seréis llevados ante reyes y gobernadores por causa de mi Nombre. 13 Os serÔ ocasión para testimonio.
14 Por tanto, proponed en vuestros corazones no preparar de antemano paraĀ defenderos, 15 pues Yo os darĆ© palabras y sabidurĆa que no podrĆ”n resistir niĀ contradecir todos los que os adversan. 16 Y serĆ©is entregados aun por padres yĀ hermanos, y parientes y amigos, y matarĆ”n a algunos de entre vosotros. 17 Y serĆ©isĀ aborrecidos por todos por causa de mi Nombre, 18 pero ni un cabello de vuestraĀ cabeza perecerĆ”.
19 ”Adquirid vuestras almas con vuestra perseverancia!
Acerca de JerusalƩn
20 Y cuando veĆ”is a JerusalĆ©n rodeada de ejĆ©rcitos, sabed entonces que suĀ destrucción ha llegado. 21 Entonces, los que estĆ©n en Judea, huyan a los montes, yĀ los que estĆ©n en medio de ella, salgan de la región, y los que estĆ©n en los campos,Ā no entren en ella. 22 Porque estos son dĆas de retribución, para que se cumplanĀ todas las cosas que han sido escritas. 23 Ā”Ay de las que estĆ©n encintas y de las queĀ crĆen en aquellos dĆas! Porque habrĆ” gran calamidad sobre la tierra, e ira para esteĀ pueblo. 24 Y caerĆ”n a filo de espada, y serĆ”n llevados cautivos a todas las naciones,Ā y JerusalĆ©n serĆ” pisoteada por los gentiles, hasta que se cumplan los tiempos de losĀ gentiles.
La llegada del Hijo del Hombre
Mt 24.29-35, 42-44; Mr 13.24-37
25 Y habrĆ” seƱales en el sol, la luna, y las estrellas; y sobre la tierra, angustia de lasĀ gentes en desesperación por el bramido del mar y el oleaje, 26 desfalleciendo losĀ hombres por el miedo y la expectación de lo que vendrĆ” sobre la tierra habitada,Ā porque las potencias de los cielos serĆ”n sacudidas.Ā
27 Y entonces verĆ”n al Hijo del Hombre viniendo en una nube con poder y granĀ gloria. 28 Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguĆos y levantad vuestrasĀ cabezas, porque vuestra redención estĆ” cerca.
29 Y les dijo una parÔbola: Mirad la higuera y todos los Ôrboles: 30 Cuando ya brotan, lo veis, y por vosotros mismos sabéis que ya el verano estÔ cerca. 31 Asà también vosotros, cuando veÔis que suceden todas estas cosas, sabed que estÔ cerca el reino de DIOS. 32 De cierto os digo que de ninguna manera pasarÔ este linaje hasta que estas cosas sucedan. 33 El cielo y la tierra pasarÔn, pero mis palabras de ninguna manera pasarÔn.
34 Mirad, pues, por vosotros mismos, no sea que vuestros corazones sean cargadosĀ con libertinaje y embriaguez, y con los afanes de esta vida, y aquel dĆa os venga deĀ repente como un lazo, 35 porque vendrĆ” sobre todos los que estĆ”n sentados sobre laĀ faz de toda la tierra. 36 Estad alerta, pues, en todo tiempo rogando para que seĆ”isĀ tenidos por dignos de escapar de todas las cosas que van a suceder, y estar de pieĀ delante del Hijo del Hombre.
37 Y enseƱaba de dĆa en el templo, pero despuĆ©s de salir, pasaba las noches en elĀ monte llamado de los Olivos. 38 Y todo el pueblo acudĆa a Ćl de madrugada paraĀ oĆrlo en el templo.
āŗ21.1 arca de las ofrendas… Lit. gazofulĆ”kion.
āŗ21.2 leptones… Leptón. Moneda de cobre con valor de medio cuadrante.
āŗ21.4 ofrendas… Mā aƱaden de Dios.
āŗ21.8 Yo soy… Mā aƱaden el Cristo.
āŗ21.10 SerĆ” levantada… ā§32.
āŗ21.15 palabras… ā12.11-12.
āŗ21.16 Se inserta algunos para suplir elipsis del original.
āŗ21.19 perseverancia… Otra traducción posible: constancia.
āŗ21.22 retribución… āOs 9.7.
āŗ21.23 estĆ©n… crĆen.. Lit. estĆ”n… crĆan.
āŗ21.25 seƱales… āIs 13.10; Ez 32.7; Jl 2.31; Ap 6.12-13; §28.
āŗ21.26 potencias… Es decir, las fuerzas y leyes que rigen el orden visible del universo.
āŗ21.27 nube… āDn 7.13; Ap 1.7.
āŗ21.32 linaje… Gr. geneĆ” = raza, linaje. AquĆ denota una familia sin referencia individual.
āŗ21.34 sean cargados… Otra traducción posible: se carguen (voz media); como un lazo… Los mejores mss. demuestran que la expresión como un lazo pertenece acasoĀ al cierre del v. 34.
āŗ21.35 sentados… Es decir, los que habitan (hebraĆsmo).
āŗ21.36 tenidos por dignos… ā§38; §250.
āŗ21.37 de dĆa… Lit. los dĆas ā19.47.
Hebreos 6:13-20
13 Porque cuando DIOS hizo la promesa a Abraham, no teniendo a nadie mayor por quien jurar, juró por sà mismo, 14 diciendo: Ciertamente te bendeciré grandemente, Y te multiplicaré grandemente.
15 Y asĆ, habiendo esperado pacientemente, alcanzó la promesa. 16 Porque losĀ hombres juran por uno mayor, y para ellos la conclusión de toda controversia es elĀ juramento como confirmación. 17 Por lo cual, queriendo DIOS mostrar mĆ”sĀ plenamente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su designio, interpusoĀ juramento, 18 para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible queĀ DIOS mienta, tengamos un poderoso estĆmulo los que hemos huido en busca deĀ seguridad, para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros, 19 la cualĀ tenemos como firme y segura Ancla del alma, que penetra hasta detrĆ”s del velo, 20Ā donde JESĆS entró por nosotros como precursor, hecho Sumo Sacerdote paraĀ siempre segĆŗn el orden de Melquisedec.
āŗ6.14 multiplicarĆ©… Lit. bendiciendo, te bendecirĆ© y multiplicando, te multiplicarĆ© (hebraĆsmo) āGn 22.16-17.
āŗ6.16 hombres… Mā aƱaden ciertamente; mayor… Mā aƱaden que ellos.
āŗ6.17 designio… Otra traducción posible: plan.
āŗ6.19 velo… āLv 16.2.
āŗ6.20 Melquisedec… āSal 110.4.

