Texto Ôureo: Números 15
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1:Ā NĆŗmeros 15
DĆa 2: 1ĀŖSamuel 22-24
DĆa 3: 2ĀŖReyes 1-2
DĆa 4: Lucas 6:1-11
DĆa 5: Lucas 8:40-56
DĆa 6: Juan 5
I- El diezmo.
TambiĆ©n se habla del diezmo de un pan para cuando entraran en la tierra prometida y el manĆ” dejase de caer[1]. Con esto Dios enseƱaba al pueblo la cantidad de harina que debĆa tener la masa de jalĆ”[2], que serĆa el sĆmbolo que continuarĆa haciendo referencia a este milagro despuĆ©s de haber cesado el manĆ”. En el desierto era absolutamente claro que Dios es el proveedor Ćŗnico y supremo, pero al pasar a una situación en la que debĆan esforzarse para ganar la vida, Dios querĆa que tuvieran consciencia de que continuarĆa proveyĆ©ndoles. Cuando nos esforzamos y nos concentramos en ganarnos la vida, existe el peligro real de llegar a olvidarnos de Ćl. Entonces, antes de poder beneficiarse del fruto de toda labor el SeƱor ordenaba separar una porción para Ćl que serĆan donados al sacerdocio[3].
II- La arrogancia.
Dios deja claro que el pecado no intencional tiene la oportunidad de perdón, mientras el pecado por arrogancia no. La palabra aquĆ para ācortarā es caret, que es la falta mĆ”s grave que se puede cometer contra Dios. Esto tiene que ver con pensar que la ley dada por MoisĆ©s (TorĆ”) no era divina, con el no creer en las promesas de Dios, renegar de Ćl o sentir la libertad de interpretar la Escritura sin responsabilidad o como bien le pareciere. Si esto lo vemos a la luz de la presencia del EspĆritu Santo sobre los discĆpulos de JesĆŗs en PentecostĆ©s, que es la fiesta que coincide con la entrega de la TorĆ” en el SinaĆ, se puede inferir una relación muy importante entre esto y lo dicho por JesĆŗs acerca de la ofensa contra el EspĆritu Santo[4].
III- El reposo.
El dĆa de reposo (shabat) es un dĆa en el que el trabajo que se hace solo puede ser con el objetivo de hacer el bien a otra persona o para algo ineludible en beneficio de la vida. Nunca para un beneficio secundario o salario propio. En el caso de este hombre ocurrió algo digno de un filme de suspenso, y es que ni aquellos que lo hallaron, ni los lĆderes incluyendo a MoisĆ©s, estaban seguros de quĆ© era lo que estaba haciendo. Para ellos estaba simplemente recolectando, por eso lo pusieron en la cĆ”rcel y esperaron el juicio del Ćnico que conoce aĆŗn las intenciones del corazón. La sentencia fue drĆ”stica, a Dios nadie puede engaƱar. Sin embargo, el tiempo que tuvo de cĆ”rcel fue una oportunidad para su confesión y arrepentimiento; quĆ© triste que para la mayorĆa de los pecadores esta Ćŗltima sea la opción menos usada.
IV- Tzitziot, los flecos.
Dios ordenó a su pueblo ponerse flecos (tzitzit) en cada prenda de vestir que tuviera cuatro puntas. A primera vista, estos flecos no parecen cumplir ninguna función, e inclusive cuando alguien tiene un hilo colgando inconscientemente lo arranca. Hace algĆŗn tiempo conocĆ a un campesino que tenĆa un hilo amarrado en un dedo, me sorprendió y le preguntĆ© para quĆ© lo tenĆa, su respuesta me sorprendió: Ā«Para recordar algo que debo hacerĀ». Los Tzitzit recuerdan que Dios estĆ” observando todo el tiempo y se debe estar pendiente de Su santidad a travĆ©s del mandamiento que tengamos a la mano para hacer. En la actualidad, cada Tzitzit cuenta con nudos y vueltas de hilos que representan el nombre de Dios y su omnipresencia.
Preguntas:
a) ¿Cómo considera usted que se relaciona esta porción con Jn. 6.33?
b) Investigue en quƩ consiste y cuƔl es la forma del pan usado en la cena de shabat.
c) ĀæPor quĆ© el pecado por arrogancia no tenĆa perdón?
d) Investigue en cuĆ”les prendas se usan los flecos (tzitziot) hoy entre los judĆos.
[1] La expresión reshit arisoteijem (רֵ×ש֓×××Ŗ עֲר֓הֹתֵ×Ö¶×), que la RV60 traduce como āprimero que amasĆ©isā, habla de una masa que ya se conocĆa, por lo que la mayorĆa de los comentaristas coinciden en que es una referencia al manĆ”.
[2] JalĆ” es el nombre para el pan que se usa en la noche que da inicio al dĆa de reposo y a la cena comunitaria al terminar el servicio matutino comunitario. No se debe confundir con la MatzĆ”, que es el āpan hecho con harina sin fermentarā que se usa en la Pascua.Ā
[3] Hoy en dĆa, como no existe el templo, el pueblo de Israel saca ese pedazo de pan (hafrashat jalĆ”) para ser quemado.
[4] Mt 12:31.
NĆŗmerosĀ 15
Instrucciones diversas
1 Habló YHVH a MoisĆ©s, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayĆ”is entrado en la tierra de vuestra morada que Yo os doy, 3 y de la vacada o del rebaƱo hagĆ”is ofrenda Ćgnea a YHVH, holocausto o sacrificio para expresar voto, o por voluntad, o en vuestras fiestas solemnes para hacer olor que apacigua a YHVH, 4 el que aproxime su ofrenda ante YHVH llevarĆ” como ofrenda vegetal una dĆ©cima de un efa de flor de harina, amasada con la cuarta parte de un hin de aceite. 5 TĆŗ prepararĆ”s vino para la libación, un cuarto de hin con el holocausto o para el sacrificio, por cada cordero. 6 Por un carnero, en cambio, prepararĆ”s como ofrenda vegetal dos dĆ©cimas de flor de harina, amasada con un tercio de un hin de aceite, 7 y del vino para la libación, un tercio de hin, que ofrecerĆ”s como olor que apacigua a YHVH. 8 Pero si deseas sacrificar un novillo en holocausto o sacrificio, en cumplimiento de un voto, o como ofrenda de paz a YHVH, 9 se ofrecerĆ” ademĆ”s del novillo, una ofrenda vegetal de tres dĆ©cimas de flor de harina, amasada con medio hin de aceite. 10 Y para la libación, medio hin de vino, en sacrificio Ćgneo de olor que apacigua a YHVH. 11 AsĆ se harĆ” con cada buey, o carnero, o crĆa de ovejas o de cabras. 12 Conforme al nĆŗmero que ofrezcĆ”is, asĆ harĆ©is segĆŗn la cantidad de ellos.
13 Todos los nativos harĆ”n estas cosas asĆ, para ofrecer el sacrificio Ćgneo en olor que apacigua a YHVH. 14 Y cuando un extranjero resida entre vosotros, o alguien viva en medio de vosotros en vuestras sucesivas generaciones, y desee hacer un sacrificio Ćgneo en olor que apacigua a YHVH, lo harĆ” tal como vosotros lo hacĆ©is. 15 Un mismo estatuto tendrĆ©is para vosotros, los de la congregación, como para el extranjero que habita con vosotros. HabrĆ” un estatuto perpetuo delante de YHVH por vuestras generaciones, tanto para vosotros como para el extranjero. 16 Una sola ley y un solo decreto tendrĆ©is para vosotros y para el extranjero que habita con vosotros.
17 Habló YHVH a MoisĆ©s, diciendo: 18 Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando entrĆ©is en la tierra a la cual Yo os estoy llevando, 19 serĆ” que cuando comĆ”is el alimento de la tierra, harĆ©is elevar una ofrenda alzada ante YHVH. 20 De lo primero de vuestras artesas, harĆ©is elevar una torta en ofrenda alzada, y la harĆ©is elevar como la ofrenda de la era. 21 AsĆ que, de las primicias de lo que amasĆ©is, ofrecerĆ©is ofrenda alzada ante YHVH por vuestras generaciones. 22 Si errĆ”is y no cumplĆs todos estos mandamientos que YHVH ha hablado a MoisĆ©s, 23 los que YHVH os ha ordenado por mano de MoisĆ©s desde el dĆa en que YHVH dio orden, y en adelante por vuestras generaciones, 24 sucederĆ” que, si se hace por error, con desconocimiento de la asamblea, toda la asamblea ofrecerĆ” un novillo como holocausto en olor que apacigua a YHVH, con su ofrenda vegetal y su libación, conforme al decreto, juntamente con un macho cabrĆo en ofrenda por el pecado. 25 Ā
el sacerdote harĆ” expiación a favor de toda la congregación de los hijos de Israel, y les serĆ” perdonado, pues fue error. Y han hecho llevar su ofrenda, un sacrificio Ćgneo a YHVH, y una ofrenda delante de YHVH por su pecado, por su error. 26 Y le serĆ” perdonado a toda la congregación de los hijos de Israel y al extranjero que reside entre vosotros, por cuanto fue error de todo el pueblo. 27 Y si una sola persona peca por ignorancia, ofrecerĆ” una cabra de un aƱo en ofrenda por el pecado, 28 y el sacerdote harĆ” expiación delante de YHVH por la persona que haya pecado sin intención, cuando peca inadvertidamente, haciendo expiación por Ć©l. 29 Una sola ley tendrĆ©is para el que yerre, tanto para el nativo entre los hijos de Israel como para el extranjero que habita entre vosotros. 30 Pero la persona que actĆŗe con mano alzada, sea nativo o extranjero, ante YHVH ha blasfemado. Tal persona serĆ” cortada de en medio de su pueblo, 31 por cuanto ha menospreciado la palabra de YHVH y ha traspasado su mandamiento. Tal persona serĆ” cortada sin remedio y su iniquidad recaerĆ” sobre ella.
32 Mientras los hijos de Israel estaban en el desierto, sorprendieron a un hombre que recogĆa leƱa en dĆa de shabbat. 33 Los que lo sorprendieron recogiendo leƱa lo presentaron ante MoisĆ©s y Aarón y toda la asamblea, 34 y lo pusieron bajo custodia porque aĆŗn no se habĆa declarado lo que habĆa de hacerse con Ć©l. 35 Entonces YHVH dijo a MoisĆ©s: Ese hombre ha de ser muerto irremisiblemente. Ā”LapĆdelo con piedras toda la asamblea! 36 Y lo sacó la asamblea fuera del campamento y lo lapidaron con piedras, tal como YHVH habĆa ordenado a MoisĆ©s.
37 DespuĆ©s YHVH habló a MoisĆ©s, diciendo: 38 Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan flecos en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones, y que en cada fleco de los bordes pongan un cordón de azul. 39 Y estarĆ”n en vuestras orlas, y al verlos se os harĆ” recordar todos los mandamientos de YHVH y los cumplirĆ©is y no seguirĆ©is el impulso de vuestro corazón ni de vuestros ojos, tras el cual os prostituĆs, 40 a fin de que recordĆ©is y cumplĆ”is todos mis mandamientos, y estĆ©is consagrados a vuestro Elohim. 41 Yo, YHVH vuestro Elohim, que os saquĆ© de la tierra de Egipto para ser el Elohim vuestro. Ā”Yo soy YHVH vuestro Elohim!
āŗ15.10 libación… TM aƱade harĆ”s acercar. Se sigue LXX ā§194.
āŗ15.16 una sola ley… āLv 24.22.
āŗ15.20 era… Esto es, lugar donde se trilla el grano.
āŗ15.23 los que… TM registra todos los que. Se sigue LXX ā§194.
āŗ15.24 desconocimiento… Lit. (lejos) de los ojos.
āŗ15.27 ignorancia… āLv 4.27-31.
āŗ15.28 por Ć©l… TM aƱade y le serĆ” perdonado. Se sigue LXX ā§194.
āŗ15.30 mano alzada… Es decir, con arrogancia.
āŗ15.35 la asamblea… TM aƱade fuera del campamento. Se sigue LXX ā§194.
āŗ15.36 con piedras… TM aƱade y murió. Se sigue LXX ā§194.
āŗ15.38 flecos… āDt 22.12.
āŗ15.39 Se sigue LXX.
1 SamuelĀ 22-24
Muerte de los sacerdotes
1 David partió de allĆ y se refugió en la cueva de Adulam. Al oĆrlo sus hermanos y toda la casa de su padre, fueron allĆ” a Ć©l. 2 Y todo el que estaba oprimido, y todo el que estaba endeudado, y todos los que tenĆan amargura de alma se unieron a Ć©l, y Ć©l llegó a ser su caudillo, y fueron con Ć©l como cuatrocientos hombres.
3 De allà David fue a Mizpa de Moab, y dijo al rey de Moab: Te ruego que mi padre y mi madre habiten con vosotros, hasta que sepa qué harÔ conmigo Elohim. 4 Los llevó, pues, ante el rey de Moab, y habitaron con él todo el tiempo que David estuvo en la fortaleza. 5 Pero el profeta Gad dijo a David: No habites en la fortaleza. Ve y entra a la tierra de JudÔ. Y David partió y llegó al bosque de Haret.
6 Y supo SaĆŗl que David y los hombres que estaban con Ć©l habĆan sido descubiertos. Y SaĆŗl estaba en Gabaa, sentado bajo un tamarisco en RamĆ”, con su lanza en la mano, y todos sus siervos estaban de pie alrededor de Ć©l. 7 Y dijo SaĆŗl a los siervos que estaban alrededor de Ć©l: OĆd ahora, hijos de BenjamĆn: ĀæOs darĆ” acaso a todos vosotros el hijo de IsaĆ campos y viƱedos? ĀæOs harĆ” a todos vosotros capitanes de millares y capitanes de centenas, 8 para que todos vosotros conspirĆ©is contra mĆ, y nadie me avise cómo mi hijo hizo alianza con el hijo de IsaĆ, ni quien se compadezca de mĆ y me dĆ© a conocer cómo mi hijo ha sublevado a mi esclavo contra mĆ para que me aceche hasta este dĆa?
9 Entonces Doeg el edomita, que estaba a cargo de las mulas de Saúl, respondió y dijo: Yo vi al hijo de Isaà yendo a Nob, a Ahimelec ben Ahitob, 10 quien consultó por él a YHVH, y le dio provisión, y también le dio la espada de Goliat el filisteo.
11 El rey mandó a llamar al sacerdote Ahimelec ben Ahitob, y a toda la casa de su padre, los sacerdotes que estaban en Nob; y todos fueron al rey. 12 Y SaĆŗl le dijo: Escucha ahora, hijo de Ahitob. Y Ć©l dijo: Heme aquĆ, seƱor mĆo. 13 Y SaĆŗl le dijo: ĀæPor quĆ© tĆŗ y el hijo de IsaĆ habĆ©is conspirado contra mĆ, dĆ”ndole pan y una espada, y consultando por Ć©l a Elohim para que se levantara contra mĆ y me acechara hasta este dĆa?
14 Ahimelec respondió al rey, y dijo: Pero ĀæquiĆ©n entre todos tus esclavos es tan fiel como David, yerno ademĆ”s del rey, capitĆ”n de tu guardia, y honrado en tu casa? 15 ĀæAcaso he comenzado hoy a consultar a Elohim por Ć©l? Ā”Lejos sea eso de mĆ! No impute el rey cosa alguna a su esclavo ni a toda la casa de mi padre, por cuanto tu esclavo nada sabe de este asunto, poco o mucho. 16 Pero el rey dijo: Ā”Sin duda morirĆ”s Ahimelec, tĆŗ y toda la casa de tu padre! 17 Y el rey dijo a los guardias que estaban en torno suyo: Ā”Volveos y matad a los sacerdotes de YHVH, por cuanto la mano de ellos tambiĆ©n estĆ” con David, porque sabiendo que huĆa, no me lo dijeron! Pero los siervos del rey no quisieron extender la mano sobre los sacerdotes de YHVH.
18 Entonces el rey dijo a Doeg: Ā”VuĆ©lvete tĆŗ y arremete contra los sacerdotes! Y Doeg el edomita se volvió y arremetió contra los sacerdotes, y mató en aquel dĆa a ochenta y cinco varones que vestĆan efod de lino. 19 Y a Nob, ciudad de los sacerdotes, hirió a filo de espada, tanto a hombres como a mujeres, a niƱos y a lactantes; y a bueyes, asnos y ovejas mató a filo de espada.
20 Pero uno de los hijos de Ahimelec ben Ahitob, llamado Abiatar, escapó y huyó en pos de David. 21 Y Abiatar informó a David que SaĆŗl habĆa matado a los sacerdotes de YHVH. 22 Entonces dijo David a Abiatar: Yo sabĆa en aquel dĆa, cuando Doeg el edomita estaba allĆ, que de seguro se lo harĆa saber a SaĆŗl. Ā”He ocasionado la muerte de todas las personas de la casa de tu padre! 23 QuĆ©date conmigo. No temas, porque quien busca tu vida busca mi vida, pero conmigo estarĆ”s seguro.
Ā 1 SamuelĀ 23
Consultas para la victoria
1 E informaron a David, diciendo: ”He aquà los filisteos atacan a Keila y estÔn saqueando los graneros! 2 Entonces David consultó a YHVH, diciendo: ¿Iré y atacaré a estos filisteos? Y YHVH dijo a David: Ve, ataca a los filisteos y libera a Keila. 3 Pero los hombres de David le dijeron: Si aquà en JudÔ vivimos con temor, ”cuÔnto mÔs si vamos a Keila contra los escuadrones de los filisteos! 4 De nuevo David consultó a YHVH, y YHVH le respondió, y dijo: LevÔntate, desciende a Keila, pues entregaré a los filisteos en tu mano. 5 Y David y sus hombres fueron a Keila y pelearon contra los filisteos, y él se llevó sus ganados y les infligió una gran derrota. Asà liberó David a los habitantes de Keila.
6 Y cuando Abiatar ben Ahimelec huyó a Keila, donde estaba David, se bajó el efod con Ć©l. 7 Cuando informaron a SaĆŗl que David habĆa ido a Keila, SaĆŗl dijo: Ā”Elohim lo ha abandonado en mi mano, pues se ha encerrado al entrar en una ciudad de puertas y barras! 8 Por lo cual SaĆŗl convocó a todo el pueblo a la batalla, para bajar a Keila y sitiar a David y a sus hombres. 9 Pero David se enteró de que SaĆŗl tramaba el mal contra Ć©l, y dijo al sacerdote Abiatar: Trae el efod. 10 Y dijo David: Ā”YHVH, Elohim de Israel! Tu esclavo tiene conocimiento cierto de que SaĆŗl procura venir a Keila, para destruir la ciudad por mi causa. 11 ĀæMe entregarĆ”n los seƱores de Keila en su mano? ĀæBajarĆ” SaĆŗl, como ha oĆdo tu esclavo? Ā”Oh YHVH Elohim de Israel, te ruego que lo declares a tu esclavo! Y YHVH dijo: SĆ, bajarĆ”. [[12]] 13 Entonces David se levantó con su gente (unos seiscientos hombres) y salieron de Keila, y fueron a dondequiera que pudieron irse. Y fue dado aviso a SaĆŗl que David habĆa escapado de Keila, por lo que desistió de salir. 14 Y David permaneció en el desierto, en lugares de difĆcil acceso, en la región montaƱosa del desierto de Zif, mientras SaĆŗl lo buscaba cada dĆa; pero Elohim no lo entregó en su mano.
15 Habiendo visto, pues, David que SaĆŗl habĆa salido en busca de su vida, David se quedó en Hores, en el desierto de Zif. 16 Y se levantó JonatĆ”n ben SaĆŗl, y fue adonde estaba David en Hores, y lo reconfortó en Elohim, 17 y le dijo: No temas, que la mano de SaĆŗl mi padre no te hallarĆ”. TĆŗ reinarĆ”s sobre Israel, y yo serĆ© segundo despuĆ©s de ti, y aun mi padre SaĆŗl sabe esto. 18 Y los dos hicieron un pacto en presencia de YHVH; y David se quedó en Hores, y JonatĆ”n se volvió a su casa. 19 Entonces subieron los zifeos a decir a SaĆŗl en Gabaa: ĀæNo estĆ” David escondido en nuestra tierra en las peƱas de Hores, en el collado de Haquila, al sur de Jesimón? 20 Ahora pues, conforme a todo el deseo de tu alma, oh rey, desciende pronto, y nosotros lo entregaremos en la mano del rey. 21 A lo que respondió SaĆŗl: Ā”Benditos seĆ”is de YHVH, porque os habĆ©is compadecido de mĆ! 22 Id, os ruego, y averiguad todavĆa mĆ”s, y ved el lugar donde suele tener su asiento y quiĆ©n lo haya visto allĆ, pues me han dicho que se mueve con gran astucia. 23 Id, pues, e informaos, e iremos con vosotros, y si estĆ” en esa tierra, lo buscarĆ© entre los millares de JudĆ”. 24 AsĆ pues, se levantaron y marcharon a Zif delante de SaĆŗl, pero David y sus hombres ya estaban en el desierto de Maón, en el ArabĆ”, al sur de Jesimón.
25 Luego partió SaĆŗl con sus hombres para buscarlo; de lo cual, avisado David, descendió a la roca, y se quedó en el desierto de Maón. Cuando SaĆŗl se enteró, persiguió a David por el desierto de Maón. 26 E iba SaĆŗl por un lado del monte, y David con sus hombres por el otro lado. Y David huyó precipitadamente para escapar de SaĆŗl, pues SaĆŗl y sus hombres habĆan cercado a David y a sus hombres para capturarlos. 27 En esto llegó un mensajero a SaĆŗl, diciendo: Ā”Date prisa y ven, porque los filisteos han irrumpido en el paĆs! 28 Por lo cual SaĆŗl tuvo que volverse y dejar de perseguir a David, para ir al encuentro de los filisteos. Por esto se llamó a aquel lugar Sela-Hamahlecot. 29 Entonces David subió de allĆ y permaneció en los refugios de En-Gadi.
āŗ23.6 con Ć©l… Lit. en la mano.
āŗ23.23 Lectio Brevior ā§210. Se sigue LXX ā§194.
āŗ23.28 Sela-Hamahlecot… Esto es, PeƱa de las Escapadas.
1 SamuelĀ 24
En la cueva
1 Sucedió que cuando SaĆŗl volvió de perseguir a los filisteos, le dieron aviso diciendo: He aquĆ, David estĆ” en el desierto de En-Gadi. 2 Y tomando SaĆŗl a tres mil hombres escogidos de todo Israel, salió en busca de David y sus hombres por las peƱas de las cabras monteses. 3 Y cuando llegó a unos rediles de ovejas en el camino, donde habĆa una cueva, SaĆŗl entró en ella para cubrir sus pies, y David y sus hombres estaban sentados en la parte mĆ”s interna de la cueva. 4 Y los hombres de David le dijeron: Ā”Este es el dĆa que te dijo YHVH: He aquĆ entrego tu enemigo en tu mano, y harĆ”s con Ć©l como te parezca! Entonces se levantó David y cortó cautelosamente la orilla del manto de SaĆŗl. 5 Y despuĆ©s de esto, aconteció que el corazón de David lo remordió por haber cortado la orilla del manto de SaĆŗl. 6 Y dijo a sus hombres: Ā”LĆbreme YHVH de hacer tal cosa contra mi seƱor, el ungido de YHVH, que yo extienda mi mano contra Ć©l, pues es el ungido de YHVH! 7 Y con estas palabras David disuadió a los suyos, y no les permitió levantarse contra SaĆŗl; de modo que SaĆŗl salió de la cueva y siguió por el camino.
8 Enseguida se levantó tambiĆ©n David, y saliendo de la cueva dio voces tras SaĆŗl, diciendo: Ā”Oh rey, seƱor mĆo! Y mirando SaĆŗl detrĆ”s de sĆ, David inclinó su rostro a tierra y se postró. 9 Enseguida dijo David a SaĆŗl: ĀæPor quĆ© escuchas palabras de hombres que dicen: He aquĆ, David procura tu mal? 10 He aquĆ, en este mismo dĆa estĆ”n viendo tus ojos cómo YHVH te puso en mi mano dentro de la cueva; y se habló de matarte, pero se tuvo compasión de ti, pues dije: Ā”No extenderĆ© mi mano contra mi seƱor, porque es el ungido de YHVH! 11 Y mira, padre mĆo, mira la orilla de tu manto en mi mano, pues al cortar la orilla de tu manto, no te matĆ©. Reconoce y considera que no hay maldad ni transgresión en mi mano, ni he pecado contra ti, aunque tĆŗ andas a la caza de mi vida para tomarla. 12 Ā”Juzgue YHVH entre tĆŗ y yo, y que YHVH me vengue de ti! Pero mi mano no serĆ” contra ti. 13 Como dice el proverbio de los antiguos: Del malo sale la maldad. AsĆ que mi mano no serĆ” contra ti. 14 ĀæEn pos de quiĆ©n sale el rey de Israel? ĀæA quiĆ©n persigue? ĀæA un perro muerto? ĀæA una pulga?
15 Sea YHVH el juez, y juzgue entre tĆŗ y yo; y defienda mi causa y me libre de tu mano.
16 Y cuando David hubo terminado de decir esas palabras a SaĆŗl, aconteció que SaĆŗl dijo: ĀæEs esta tu voz, hijo mĆo David? Entonces SaĆŗl alzó su voz y lloró. 17 Y dijo a David: MĆ”s justo eres tĆŗ que yo, porque tĆŗ me has pagado con bien, y yo te he pagado con mal. 18 TĆŗ has declarado hoy cómo me has hecho un bien, porque YHVH me puso en tu mano, y no me mataste. 19 Porque ĀæquĆ© hombre halla a su enemigo y lo deja ir indemne? Ā”YHVH te galardone, pues, por lo que me has hecho hoy! 20 Y ahora, he aquĆ yo sĆ© que de seguro has de reinar, y que el reino de Israel serĆ” estable en tu mano. 21 Ahora pues, jĆŗrame por YHVH que no exterminarĆ”s mi descendencia despuĆ©s de mĆ, ni borrarĆ”s mi nombre de la casa de mi padre. 22 Y David se lo juró a SaĆŗl. Y SaĆŗl se fue a su casa, y David y sus hombres subieron a los riscos.
āŗ24.3 cubrir sus pies… Esto es, necesidad fisiológica de defecar
2 ReyesĀ 1-2
ElĆas y OcozĆas
1 DespuĆ©s de la muerte de Acab, Moab se rebeló contra Israel. 2 Y OcozĆas cayó porĀ la ventana de su aposento alto en Samaria y se lastimó. Y envió mensajeros a los que dijo: Id y consultad a Baal-Zebub, dios de Ecrón, si sanarĆ© de esta enfermedad. 3Ā Y el Ćngel de YHVH dijo a ElĆas tisbita: LevĆ”ntate, sube al encuentro de losĀ mensajeros del rey de Samaria y diles: ĀæEs porque no hay Elohim en Israel por loĀ que vais a consultar a Baal-Zebub, dios de Ecrón? 4 Por tanto, asĆ dice YHVH: NoĀ bajarĆ”s del lecho al que has subido, sino que ciertamente morirĆ”s. Y ElĆas se fue.Ā
5 Cuando los mensajeros volvieron a Ć©l, les dijo: ĀæPor quĆ© habĆ©is vuelto? 6 YĀ respondieron: Ha salido a nuestro encuentro un hombre y nos ha dicho: Id, volved alĀ rey que os envió y decidle: AsĆ dice YHVH: ĀæEs porque no hay Elohim en Israel por loĀ que tĆŗ mandas a consultar a Baal-Zebub, dios de Ecrón? Por tanto, del lecho al queĀ has subido no bajarĆ”s, sino que ciertamente morirĆ”s. 7 Entonces Ć©l les preguntó:Ā ĀæQuĆ© tipo de hombre era el que subió a vuestro encuentro y os dijo estas palabras? 8 Y le respondieron: Era un hombre velludo, con un cinturón de cuero ceƱido a susĀ lomos. Y Ć©l dijo: Es ElĆas tisbita.
9 Entonces le envió un capitĆ”n de cincuenta con sus cincuenta, el cual subió a Ć©l (pues estaba sentado en la cumbre del monte), y leĀ dijo: Ā”Varón de Ha-Elohim, el rey ha ordenado que bajes! 10 Y ElĆas respondió al capitĆ”n de cincuenta, diciendo: Si yo soy un varónĀ de Elohim, Ā”descienda fuego de los cielos y te consuma a ti y a tus cincuenta! Y bajó fuego de los cielos, y lo consumió a Ć©l y a susĀ cincuenta. 11 Y volvió a enviarle otro capitĆ”n de cincuenta con sus cincuenta quien le dijo: Varón de HaElohim, asĆ ha dicho el rey: Ā”ApresĆŗrate y baja! 12 Y respondió ElĆas: Si yo soy un varón de Ha-Elohim, Ā”descienda fuego de los cielos y te consuma a ti y a tus cincuenta! Y bajó fuego de los cielos y lo consumió a Ć©l y a sus cincuenta. 13 Y volvió a enviar un tercer capitĆ”n de cincuenta con sus cincuenta; pero el tercer capitĆ”n de cincuenta vino y se postró de rodillas delante de ElĆas, y le suplicó diciendo: Varón de Ha-Elohim, te ruego que mi vida y la vida de estos cincuenta esclavos tuyos sea de valor ante tus ojos. 14 He aquĆ, fuego de los cielos ha descendido y ha consumido a los dos anteriores capitanes de cincuenta con sus cincuenta; ahora pues, Ā”sea de valor ante tus ojos el alma de tus esclavos!
15 Entonces el Ćngel de YHVH dijo a ElĆas: Baja con Ć©l, no temas ante su presencia. Y se levantó y bajó con Ć©l al rey. 16 Y le habló ElĆas y dijo: AsĆ dice YHVH: ĀæPor quĆ© enviaste mensajeros a consultar a Baal-Zebub, dios de Ecrón? No bajarĆ”s del lecho al que subiste. Ciertamente morirĆ”s. 17 Y murió conforme al orĆ”culo de YHVH pronunciado por ElĆas. 18 Los demĆ”s hechos de OcozĆas, Āæno estĆ”n escritos en el rollo de las Crónicas de los reyes de Israel?
āŗ1.5 les dijo… Esto es, OcozĆas.
āŗ1.8 velludo… Lit. dueƱo de pelo. Aunque casi siempre se refiere al cabello humano, aquĆ se refiere a un vestido de piel con pelo.
āŗ1.12 fuego de los cielos… TM aƱade de Dios. Se sigue LXX ā§194.
āŗ1.13 se postró… Lit. se arrodilló sobre sus rodillas.
āŗ1.14 el alma… TM registra mi vida. Se sigue LXX.
āŗ1.15 no temas ante su presencia… Lit. no tengas temor de su rostro. Obviamente, del rey.
āŗ1.16 dios de Ecrón?… TM aƱade como si no hubiera Dios en Israel para consultar su palabra. Se sigue LXX ā§194.
āŗ1.17 TM aƱade Reinó en su lugar Joram, en el segundo aƱo de Joram hijo de Josafat, rey de JudĆ”; porque OcozĆas no tenĆa hijo ā§167. Se sigue LXX ā§194; Y murió… Esto es, OcozĆas.
2 Reyes 2
ElĆas y Eliseo
1 Sucedió que cuando YHVH iba a hacer subir a ElĆas a los cielos en el torbellino, ElĆas venĆa de Gilgal con Eliseo. 2 Y ElĆas dijo a Eliseo: QuĆ©date ahora aquĆ, porque YHVH me ha enviado hasta Bet-El. Pero Eliseo respondió: Ā”Vive YHVH y vive tu alma que no te dejarĆ©! Entonces bajaron a Bet-El. 3 Y los hijos de los profetas que estaban en Bet-El salieron a Eliseo y le preguntaron: ĀæSabes que YHVH arrebata hoy a tu seƱor de encima de tu cabeza? Y Ć©l respondió: SĆ, lo sĆ©, callad. 4 Y dijo ElĆas: Eliseo, quĆ©date ahora aquĆ, porque YHVH me ha enviado a Jericó. Pero Ć©l dijo: Ā”Vive YHVH y vive tu alma que no te dejarĆ©! Y fueron a Jericó. 5 Y los hijos de los profetas que estaban en Jericó se acercaron a Eliseo y le preguntaron: ĀæSabes que YHVH arrebata hoy a tu seƱor de encima de tu cabeza? Y Ć©l dijo: SĆ, lo sĆ©, callad. 6 Y ElĆas le dijo: QuĆ©date ahora aquĆ, porque YHVH me ha enviado al JordĆ”n. Pero Ć©l dijo: Ā”Vive YHVH y vive tu alma, que no te dejarĆ©! Y ambos se fueron.
7 Y cincuenta hombres de los hijos de los profetas se detuvieron a lo lejos frente a ellos, y los dos se quedaron junto al JordĆ”n. 8 Y tomando ElĆas su manto, lo dobló y golpeó las aguas, y se separaron a uno y otro lado, y ambos cruzaron por tierra seca.
9 Y sucedió que cuando cruzaban, ElĆas dijo a Eliseo: Pide lo que he de hacer por ti antes que sea arrebatado de tu lado. Y Eliseo respondió: Ā”Te ruego que una doble porción de tu espĆritu venga sobre mĆ! 10 Y Ć©l le dijo: Ā”DifĆcil cosa has pedido! Si me ves cuando sea arrebatado de tu lado, serĆ” asĆ; pero si no, no. 11 Al seguir caminando y hablando, he aquĆ, un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos, y ElĆas subió a los cielos en el torbellino. 12 Y viĆ©ndolo Eliseo, clamaba: Ā”Padre mĆo, padre mĆo! Ā”Carro y auriga de Israel! Y no lo vio mĆ”s. Entonces tomó sus vestidos y los rasgó en dos pedazos. 13 Y recogió el manto de ElĆas, que se le habĆa caĆdo, y se volvió y se detuvo a la orilla del JordĆ”n. 14 Y tomando el manto de ElĆas que se le habĆa caĆdo, golpeó las aguas, y dijo: ĀæDónde estĆ” el Elohim de ElĆas? Y cuando golpeó las aguas, tambiĆ©n fueron divididas a uno y otro lado, y Eliseo cruzó.
15 Y cuando lo vieron los hijos de los profetas que estaban en Jericó, al otro lado, dijeron: El espĆritu de ElĆas ha venido sobre Eliseo. Luego fueron a su encuentro y se postraron en tierra ante Ć©l. 16 Y le dijeron: He aquĆ, ahora hay con tus siervos cincuenta hombres fuertes. Te rogamos, deja que vayan y busquen a tu seƱor, no ea
que el EspĆritu de YHVH lo haya levantado y echado en algĆŗn monte o en algĆŗn valle.
Pero Ć©l respondió: No los enviĆ©is. 17 Mas ellos lo importunaron hasta que, hartĆ”ndose, dijo: Ā”Enviad! Y enviaron cincuenta hombres que buscaron tres dĆas y no lo hallaron. 18 Y volvieron a Ć©l, y Eliseo se asentó en Jericó, y les dijo: ĀæAcaso no os dije: No vayĆ”is?
19 Luego los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: He aquĆ el lugar de esta ciudad es bueno, como ve mi seƱor, pero las aguas son malas y la tierra es estĆ©ril. 20 Entonces Ć©l dijo: Traedme una vasija nueva y poned allĆ sal. Y se la trajeron. 21 Y salió al manantial, y echando allĆ la sal, dijo: AsĆ dice YHVH: Yo he saneado estas aguas, no habrĆ” por ellas mĆ”s muerte ni esterilidad. 22 Y las aguas fueron sanas hasta este dĆa, conforme a la palabra que habló Eliseo.
23 De allà subió a Bet-El; y mientras iba por el camino, salieron unos muchachos de la ciudad que se burlaron de él diciéndole: ”Sube calvo! ”Sube calvo! 24 Y él se volvió para verlos, y los vio y los maldijo en el nombre de YHVH. Y salieron del bosque dos cosas que despedazaron a cuarenta y dos de aquellos muchachos. 25 De allà fue al monte Carmelo, y desde allà volvió a Samaria.
āŗ2.3 Otra traducción posible: ĀæSabes que hoy YHVH arrebatarĆ” a tu seƱor de sobreĀ ti?
āŗ2.4 dijo… TM aƱade pronombre le. Se sigue LXXā§194.
āŗ2.7 profetas… TM aƱade fueron. Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.9 arrebatado… Lit. de (estar) contigo.
āŗ2.12 Ā”Padre mĆo, padre mĆo!… Esto es, ElĆas.
āŗ2.14 TM aƱade Tetragrama. Se sigue LXX ā§194.
āŗ2.19 el lugar… Otra traducción posible: territorio o asentamiento.
āŗ2.24 muchachos… Heb. yeladim = niƱos.
Lucas 6:1-11
El SeƱor del sƔbado
Mt 12.1-8; Mr 2.23-28
1 Aconteció que atravesando por unos sembrados en sĆ”bado, sus discĆpulos arrancaban y comĆan las espigas, restregĆ”ndolas con las manos. 2 Entonces algunos de los fariseos dijeron: ĀæPor quĆ© hacĆ©is lo que no es lĆcito en los sĆ”bados? 3 JESĆS les respondió diciendo: ĀæNi siquiera leĆsteis lo que hizo David cuando tuvo hambre, Ć©l y los que estaban con Ć©l: 4 Cómo entró en la Casa de DIOS, y tomando los panes de la proposición (los cuales no es lĆcito comer sino a los sacerdotes), comió y dio tambiĆ©n a los que estaban con Ć©l? 5 Y les decĆa: El Hijo del Hombre es SeƱor del sĆ”bado.
El hombre de la mano seca
Mt 12.9-14; Mr 3.1-6
6 En otro sĆ”bado, al entrar Ćl en la sinagoga y enseƱar, aconteció que estaba allĆ un hombre cuya mano derecha estaba contraĆda. 7 Y los escribas y los fariseos lo observaban atentamente, por si acaso sanaba en el sĆ”bado, para hallar de quĆ© acusarlo. 8 Pero Ćl, conociendo los pensamientos de ellos, dijo al hombre que tenĆa contraĆda la mano: LevĆ”ntate y ponte en medio; y levantĆ”ndose, se puso de pie. 9 Entonces JESĆS les dijo: Os pregunto: ĀæEs lĆcito en el sĆ”bado hacer el bien o hacer el mal, salvar una vida o destruirla? 10 Y mirĆ”ndolos a todos alrededor, le dijo: Extiende tu mano. Y Ć©l lo hizo, y su mano fue restaurada. 11 Pero ellos se llenaron de ira, y discutĆan unos con otros quĆ© podrĆan hacerle a JESĆS.
āŗ6.1 āDt 23.25.
āŗ6.2 lĆcito… TR aƱade hacer.
āŗ6.4 panes… ā1S 21.1-6; sacerdotes… āLv 24.9.
āŗ6.5 SeƱor… TR aƱade aun.
āŗ6.7 sanaba… Lit. sana.
āŗ6.10 dijo… Mā aƱaden al hombre.
Lucas 8:40-56
La hija de Jairo, y la mujer con flujo de sangre
Mt 9.18-26; Mr 5.21-43
40 Al regresar JESĆS, la multitud le dio la bienvenida, pues todos lo estaban esperando. 41 Y he aquĆ se presentó un varón cuyo nombre era Jairo, un principal de la sinagoga; y postrĆ”ndose a los pies de JESĆS, le rogaba que entrara a su casa, 42 porque tenĆa una hija Ćŗnica, como de doce aƱos, y esta se estaba muriendo. Y mientras Ćl iba, las multitudes lo apretujaban, 43 y una mujer que estaba con flujo de sangre desde hacĆa doce aƱos, la cual no habĆa podido ser sanada por nadie, 44Ā acercĆ”ndose por detrĆ”s, tocó la orla de su manto, y al instante se detuvo el flujo deĀ su sangre.
45 Y dijo JESĆS: ĀæQuiĆ©n es el que me tocó? Y negĆ”ndolo todos, dijo Pedro: Maestro,Ā las multitudes te apretujan y te oprimen… 46 Pero JESĆS dijo: Alguien me tocó, porque percibĆ que ha salido poder de MĆ.
47 Viendo entonces que no habĆa pasado inadvertida, la mujer fue temblando, y despuĆ©s de postrarse ante Ćl, confesó delante de todo el pueblo por quĆ© se habĆa asido de Ćl, y cómo habĆa sido sanada al instante. 48 Ćl entonces le dijo: Ve en paz, hija, tu fe te ha salvado.
49 Estando Ćl aĆŗn hablando, aparece uno de la casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto, no molestes mĆ”s al maestro. 50 Pero al oĆrlo, JESĆS le respondió: No temas; solamente sigue creyendo y serĆ” salva.
51 Y entrando en la casa, a nadie permitió entrar consigo, sino a Pedro, a Juan y a Jacobo, y al padre y a la madre de la joven. 52 Y todos lloraban y lamentaban por ella. Pero Ćl dijo: No llorĆ©is, pues no murió sino duerme. 53 Y se reĆan de Ćl, sabiendo que habĆa muerto. 54 Pero Ćl, tomando su mano, clamó, diciendo: Ā”NiƱa, levĆ”ntate! 55 Y su espĆritu volvió y se levantó al instante, y ordenó que se le diera de comer. 56 Y sus padres se asombraron, pero Ćl les encargó no decir a nadie lo sucedido.
āŗ8.43 aƱos… Mā aƱaden y que habĆa gastado en mĆ©dicos todo cuanto tenĆa.
āŗ8.45 Pedro… Mā aƱaden y los que con Ć©l estaban; oprimen… Mā aƱaden y dices: QuiĆ©n se agarró de mĆ?
āŗ8.47 habĆa pasado… Lit. pasó.
āŗ8.48 te ha salvado… āMt 9.21 nota.
āŗ8.55 se le diera… Lit. serle dado.
Juan 5
Sanidad en BetzatĆ”
1 DespuĆ©s de esto, habĆa una fiesta de los judĆos y JESĆS subió a JerusalĆ©n. 2 Y junto a la puerta de las ovejas en JerusalĆ©n hay un estanque llamado en hebreo BetzatĆ”, que tiene cinco pórticos. 3 En estos yacĆa una multitud de enfermos, ciegos, cojos e impedidos. [[4]] 5 Y estaba allĆ cierto hombre que llevaba treinta y ocho aƱos en su enfermedad.
6 Cuando JESĆS lo vio tendido, sabiendo que tenĆa ya mucho tiempo asĆ, le dice: ĀæQuieres ser sano? 7 SeƱor -le respondió el enfermo- no tengo un hombre que me meta en el estanque cuando es agitada el agua, y mientras yo voy, otro baja antes que yo. 8 JESĆS le dice: Ā”LevĆ”ntate, recoge tu catre y anda! 9 E inmediatamente el hombre quedó sano, y recogió su catre y echó a andar. Y aquel dĆa era sĆ”bado. 10 Entonces los judĆos decĆan al que habĆa sido sanado: Es sĆ”bado; no te es lĆcito cargar el catre. 11 Pero Ć©l les respondió: El mismo que me sanó, me dijo: Recoge tu catre y anda. 12 Le preguntaron: ĀæQuiĆ©n es el hombre que te dijo: levanta y anda? 13 Pero el que habĆa sido sanado no sabĆa quiĆ©n era, porque JESĆS se habĆa retirado a causa del gentĆo que habĆa en el lugar.
14 DespuĆ©s de esto lo halla JESĆS en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado. No peques mĆ”s, no sea que te suceda algo peor. 15 El hombre fue y dijo a los judĆos que JESĆS era el que lo habĆa sanado, 16 y por esto los judĆos perseguĆan a JESĆS, pues hacĆa estas cosas en sĆ”bado. 17 Pero Ćl les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja y Yo trabajo.
18 AsĆ que, por esto mĆ”s aĆŗn procuraban los judĆos matarlo, pues no solo quebrantaba el sĆ”bado, sino tambiĆ©n decĆa que DIOS era su propio Padre, haciĆ©ndose igual a DIOS.
Autoridad del Hijo
19 Tomando la palabra JESĆS, les decĆa: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada de sĆ mismo, sino lo que ve hacer al Padre. Porque lo que Ćl hace, esto tambiĆ©n hace igualmente el Hijo. 20 Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que Ćl hace. Y mayores obras que estas le mostrarĆ” para que vosotros os maravillĆ©is. 21 Porque asĆ como el Padre levanta y da vida a los muertos, asĆ tambiĆ©n el Hijo da vida a los que quiere. 22 Porque ni aĆŗn el Padre juzga a nadie, sino que todo el juicio lo ha encomendado al Hijo, 23 para que todos honren al Hijo asĆ como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió. 24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi Palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no va a juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida. 25 De cierto, de cierto os digo, que llega la hora, y ahora es, cuando los muertos oirĆ”n la voz del Hijo de DIOS y los que oyeron vivirĆ”n.
El Padre y el Hijo
26 Porque como el Padre tiene vida en sĆ mismo, asĆ tambiĆ©n dio al Hijo el tener vida en sĆ mismo. 27 Y le dio autoridad para hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. 28 No os maravillĆ©is de esto, pues llega la hora en que todos los que yacen en los sepulcros oirĆ”n su voz, 29 y los que hicieron lo bueno saldrĆ”n a resurrección de vida, pero los que practicaron lo malo a resurrección de juicio. 30 No puedo Yo hacer nada de MĆ mismo. SegĆŗn oigo, juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 31 Si Yo doy testimonio acerca de MĆ mismo, mi testimonio no es veraz. 32 Otro es el que da testimonio de MĆ y sĆ© que el testimonio que da acerca de MĆ es veraz. 33 Vosotros habĆ©is enviado mensajeros a Juan y ha dado testimonio de la Verdad. 34 Aunque Yo no recibo el testimonio de parte de unĀ hombre, digo esto para que vosotros seĆ”is salvos. 35 Ćl era la antorcha que estĆ” ardiendo y alumbrando, y por un momento os quisisteis regocijar en su luz. 36 Pero el testimonio que Yo tengo es mayor que el de Juan, porque las obras que el Padre me dio para que las realizara, las obras mismas que hago, dan testimonio de MĆ, de que el Padre me ha enviado. 37 El Padre que me envió, Ćl ha dado testimonio acerca de MĆ. Nunca habĆ©is oĆdo su voz, ni habĆ©is visto su aspecto, 38 ni tenĆ©is su Palabra permaneciendo en vosotros, porque a quien Ćl envió, a Este vosotros no creĆ©is. 39 EscudriƱƔis las Escrituras porque os parece que en ellas tenĆ©is vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de MĆ, 40 Ā”y no querĆ©is venir a MĆ para tener vida! 41 Gloria de parte de hombres no recibo, 42 pero os conozco, que no tenĆ©is el amor de DIOS en vosotros mismos. 43 Yo he venido en el nombre de mi Padre y no me recibĆs. Si otro viene en su propio nombre, a ese recibirĆ©is. 44 ĀæCómo podĆ©is creer, vosotros que recibĆs gloria los unos de los otros y no buscĆ”is la gloria del Ćŗnico DIOS? 45 No pensĆ©is que Yo os acusarĆ© delante del Padre; hay quien os acusa: MoisĆ©s, en quien vosotros habĆ©is puesto la esperanza. 46 Pero si creyerais a MoisĆ©s, me creerĆais a MĆ, porque de MĆ escribió Ć©l. 47 Pero si no creĆ©is a sus escritos, Āæcómo creerĆ©is a mis palabras?
āŗ5.2 BetzatĆ”… Mā registran Betsaida.
āŗ5.3 impedidos… Mā registran paralĆticos.
āŗ5.4 NTG omite versĆculo. TR aƱade por tradición oral: porque un Ć”ngel del SeƱor descendĆa de vez en cuando al estanque y agitaba el agua; y el primero que descendĆa al estanque despuĆ©s del movimiento del agua, quedaba curado de cualquier enfermedad que tuviera.
āŗ5.9 y echó a andar… Aunque el verbo estĆ” en el imperfecto (andaba), el contexto indica una acción ingresiva.
āŗ5.10 no te es lĆcito cargar… āNeh 13.19; Jer 17.21.
āŗ5.12 Levanta… Mā aƱaden tu catre.
āŗ5.16 perseguĆan a JESĆS… Mā aƱaden y procuraban matarlo.
āŗ5.17 pero Ćl les respondió… La lectura sin el nominativo JesĆŗs estĆ” respaldada por P , āµ y B.
āŗ5.23 el que no honra al Hijo… ā3.17-19; Sal 2.12; Ro 14.10; 2Co 5.10.
āŗ5.28 Se inserta yacen para suplir elipsis del original.
āŗ5.29 hicieron lo bueno… practicaron lo malo… Los verbos son distintos ā3.18-21; resurrección de vida… resurrección de juicio… āDn 12.2.
āŗ5.30 de MĆ mismo… Es decir, por mi cuenta; la voluntad del que me envió… Mā aƱaden la del Padre.
āŗ5.31 testimonio… ā§170 (n.° 2).
āŗ5.33 mensajeros… Es decir, a preguntar; y ha dado testimonio… āJn 1.19-27; 3.27-30.
āŗ5.35 por un momento… Lit. una hora.
āŗ5.37 El Padre que me envió… āMt 3.17; Mr 1.11; Lc 3.22.
āŗ5.39 EscudriƱƔis… Por contexto āvv. 33-47 es preferible el indicativo, no imperativo.
āŗ5.46 de MĆ escribió Ć©l… āDt 18.15-19; Jn 1.21; Hch 3.22.

