EL SIONISMO.
Sin entrar en muchos detalles, sino haciendo lo más ameno posible la historia de la situación en palestina, debemos partir de finales del siglo XIX.
Fue en esa época y después de muchos siglos de discriminación, humillación, masacres, saqueos y expulsiones de lugares donde vivieron por siglos, que un periodista judío llamado Theodor Herzl, entendió que había que hacer algo, no para frenar eso porque la historia le demostraba que era imposible, sino para que toda su comunidad pudiera hacer algo en función de minimizar o terminar con esa realidad histórica que le perseguía. En función de esto él comenzó a tratar de hacer conciencia a las diferentes comunidades judías con que se relacionaba y a los gobiernos de los países que visitaba de la terrible situación antijudía que crecía cada vez más en toda Europa. De esta forma surgió un movimiento entre todos los judíos que se le sumaron a este sueño que se llamó: Sionismo. La solución más importante que comenzaron a gestionar unificando esfuerzos, fue el poder comprar varias parcelas de tierra en un lugar, unirlos todos y luego tratar de independizarlo legalmente para que se convirtiera en un estado. En donde ellos pudieran vivir sin que a nadie les molestara y tuvieran oportunidad alguna de sobrevivir y desarrollarse.
Claro, estamos hablando de un grupo insignificante dentro de millones de judíos dispersos por todo el planeta, en tiempos donde no existía la internet, ni siquiera el teléfono, así que no era una tarea fácil poder contar con todos los grupos de judíos. Ellos contaban con varios lugares probables para hacer eso, e inclusive lugares que a nadie le interesaba o que pudieran caer en la mente de alguien que a los judíos le interesara, como La Patagonia o el sur de África. Sin embargo, analizando la distribución administrativa del planeta se dieron cuenta también, así apareció como una opción más, que la tierra donde última vez estuvo Israel no pertenecía a ningún país.
¿Por qué este territorio llamado Palestina, no era parte de ningún país? Simple, porque el último imperio de la región, los Otomanos, habían perdido ese territorio recientemente en la 1ª guerra mundial y los británicos se habían hecho cargo bajo mandato de toda la zona (1919).
Como los británicos quedaron en crisis también después de la guerra, los sionistas vieron la oportunidad perfecta para empezar a comprarle tierras a ellos en esa región conocida como Palestina. Aunque tuvieron que convencer primero a los judíos que desde siempre vivieron en la zona y muchos no se les sumaron, ellos lograron empezar a establecer familias allí que no solo pensaban en ellos mismos, sino en el sueño sionista para la mayor cantidad de personas posibles. Esos asentamientos se llamaron Kibutzim. Una especie de cooperativa enfocada en desarrollarse, vivir en paz, continuar con sus costumbres y educar a sus hijos con sus métodos pedagógicos y valores propios.
Todo iba bien, lento, pero bien para avanzar en ese sueño sionista. Hasta que lo previsto por Theodor sucedió: El sentimiento antijudío creció tanto que desencadenó el holocausto en toda Europa, y más de 6 millones de judíos fueron asesinados.
Al terminar la guerra y descubrirse los campos de concentración, había una crisis grande para Europa: ¿Qué hacer y dónde meter a todos esos refugiados en ciudades y casas que ahora estaban completamente destruidas? Esto, junto al abandono de los británicos de la zona unos años antes, facilitó para que los sionistas aprovecharan la situación y pudieran desarrollar la petición legal para crear el estado de Israel. Y así poderle dar refugio no solo a los sobrevivientes del holocausto, sino a todo el que quisiera ir. En noviembre de 1947 fue aprobado por la ONU el nuevo estado de Israel.
Aunque no todos los judíos estuvieron de acuerdo con este nuevo estado, ni tampoco algunos de los árabes de la región, el nacimiento del estado fue celebrado.
Continuará….
Autor: Liber Aguiar
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