Una de las cosas más importantes a tener en cuenta por un maestro es crear un ambiente que le permita conocer mejor a los estudiantes, para así poder identificar las necesidades de cada uno de ellos y proyectarse a través de ellas a la hora de transmitir su contenido.
Por ejemplo, es difícil que un niño disfrute de un libro que tenga que leer solo para hacer una tarea. Pero si el maestro es capaz de identificar cuáles son las inclinaciones del estudiante o un interés particular, pudiera esto ser clave para despertar el interés. A partir de ahí pudiera aprovechar eso para indicarle un libro a leer que le ayudará a resolver una tarea o un problema. De igual manera, en el caso de la iglesia, a los niños les gustan las historias y los cómics, pero se duermen si leemos un relato bíblico por el solo hecho de estar en un formato literario para adultos. Es interesante ver cuánto pueden aprender ellos de las historias bíblicas desde otros formatos más acordes a sus edades. Yo, soy un ejemplo de eso, recuerdo cómo siendo un niño leía sin descanso folletos ilustrados como: Elías, el profeta de fuego.
El maestro también debe enseñar en dependencia de lo que el discípulo va necesitando y de aquellas cosas que le atraen o le son interesantes. Se debe tener muy claro que el inquietud y la curiosidad son los elementos más importantes para desarrollar el aprendizaje. Estos mantendrán enfocado al educando en el tema que se está tratando de enseñar, de otra manera el cerebro se puede agotar y comenzar a vagar en pensamientos ajenos al tema, por el simple hecho de no encontrar importante o interesante el tema en cuestión.
Por otra parte es bueno, para el proceso educativo, crear relaciones interpersonales positivas entre el maestro y cada estudiante, así como entre todos los miembros de la clase y Dios. Realmente es así como mejor se puede desarrollar el sentido de pertenencia en el grupo y a la vez proveer un ambiente que ayude a cubrir sus necesidades individuales y colectivas.
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de enseñar es la manera de memorizar algún contenido, ya que la forma de repetir algo que no se comprende o no interesa provocará que el aprendizaje sea fastidioso y frustrante, provocando así que se pierda el interés por parte del estudiante. Por el contrario, si facilita un ambiente donde el educando esté motivado por el descubrimiento de algo nuevo, esa experiencia de descubrimiento le permitirá a su cerebro gestionar todos los mecanismos necesarios para guardar esa información y etiquetarla como importante.
En fin, el maestro siempre deberá tener claro que parte de su tarea es tratar en todo momento de mantener o atraer la atención de los educandos, de manera que ellos siempre sientan el disfrute y la sorpresa al revisar el contenido y así puedan verse motivados a investigar más sobre él.
Autor: Mesac Martinez Mora
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