A todos aquellos que nos interesa la historia y vemos el presente como las consecuencias del pasado, cuando vamos a la que se enfoca en los seguidores de Jesús, enfrentamos un reto gigantesco: La historia del cristianismo que conocemos, que se estudia en la mayoría de las universidades y seminario es «la historia del cristianismo católico y los resultados de su reforma». Así que en estos artículos pretendo acercarme más a la historia mal contada y poco entendida del cristianismo entre los judíos.
Sabemos que la iglesia en sus inicios fue completamente integrada por judíos, aunque debemos entender que cuando decimos “judíos” ni nosotros ni el texto bíblico se refiere específicamente a los nacidos dentro de la tribu de Judá, sino más bien a diferentes conceptos que tristemente cuando se estudia el texto bíblico no se tienen en cuenta. Esto se debe a que en el español no tenemos palabras para distinguir entre los diferentes significados que implica el término. Por ejemplo, la persona que vivía en Judea era judío, y también el que pertenecía específicamente a la tribu de Judá es judío, pero además si alguien practica la religión aun cuando vive en otro lugar del planeta también es judío, y todo eso es en cuanto a los usos que hacemos desde fuera de la nación, porque tenemos en el vocabulario propio de la cultura a aquel que se consagraba a una vida religiosa especifica de los fariseos que en muchas ocasiones se les dice también verdaderos judíos.
En función de tener claridad, aunque esto no se puede hacer en una traducción normal de la Biblia, por un problema semántico del español, los que nos adentramos en estos temas muchas veces usamos neologismos venidos del griego koiné del Nuevo Testamento, para tratar de expresar en español lo que el autor tuvo en mente. Por eso aquí estaremos usando alguno de estos neologismos:
- judío para el que pertenece a la tribu de Judá.
- judaíta para el que es insertado en esta tribu por conversión.
- judaí por ser de Israel.
- judeano para el que vive en Judea.
- judaista para el que practica la perspectiva rabínica.
- judaizante para el que ve la perspectiva rabínica como la verdadera religión.
- judaico para el que enseña la perspectiva rabínica.
Por ejemplo, tenemos el caso del no “judío” Pablo porque era benjaminita, pero tampoco era “judeano” por haber nacido en Tarso, aunque sí era “judaista” por nacer en un hogar “judaí”, y al mudarse a Jerusalén para estudiar con Gamaliel y ser mejor “judaico” se ganó el puesto para servir en el templo como “judaizante”. Entonces tuvo que convertirse en un residente “judeano”. Una vez que podemos hacer claros estos términos en nuestra mente podemos entender mejor acerca de los seguidores de Jesús hasta que llegó el inicio de la revuelta judeana contra Roma, cosa que vamos a tener muy claro en los Escritos Apostólicos.
Jesús predicó en las regiones de Judea, Samaria, Decápolis y Galilea, así que sus principales oyentes eran gran una cantidad los judaíes que había en esa Zona, aunque en las diferentes fiestas de peregrinación en el templo de Jerusalén interactuó con otros judaíes de la diáspora que venían de regiones más distantes como Chipre, toda la provincia de Asia, Alejandría, etc., algunos de ellos judaistas y otros simplemente judaíes. Porque recuerde que aun los que eran judeanos podían ser también Esenios, Saduceos o simplemente sin afiliación a secta alguna. Como mismo la diáspora tampoco era un grupo unificado y podían ser influenciados por los judaizantes o por la filosofía griega.
Al llegar el Pentecostés después de la resurrección, vamos a ver que el grupo de discípulos empiezó a crecer, porque al ser esta una fiesta de peregrinación muchos de los que se convirtieron se quedaron allí, aunque venían de otras regiones más distante como Siria y Asia. Ellos convivían junto a los judeanos de Jerusalén y los que tambien venían de lugares más cercanos como Galilea. O sea, que con Jesús los discípulos eran mayoritariamente judeanos y después de Pentecostés, en un solo día, el grupo se convirtió en más global (judaí). Por eso se hizo necesario crear un cuerpo de diáconos que pudiera servir mejor a esta nueva comunidad tan múltiple y compleja. Imagínese, todos eran judaíes, pero había fariseos, esenios, saduceos y hasta los que creían más en la filosofía griega, locales y de la diáspora, todos aprendiendo de los apóstoles y viviendo experiencias que les permitiría armonizar como cuerpo de Cristo. No obstante, era muy compleja la situación.
Debido al extremismo de los judaizantes no conversos, su desconocimiento del credo y la visión de este nuevo grupo comenzó una percusión sobre ellos en Jerusalén con varias víctimas en la lista, cosa que produjo una salida de muchos hacia fuera de judea, a las dos regiones contiguas, la de Samaria y Siria. En una de ellas, Samaria específicamente en la ciudad de Jope, fue que a Pedro a través de una visión Dios le permitió predicarle el evangelio a un jefe militar romano, que había sido influenciado por los judaizantes en la ciudad de Cesárea ya que dice que él oraba y ayunaba al Dios de Israel y eso ningún gentil lo hacía, y éste se convirtió junto a otros en la misma manera que el mismo Pedro había experimentado al Espíritu Santo en Pentecostés. Con eso Dios le demostró al apóstol que el evangelio era para toda la humanidad y no solo para los judaíes. Sin embargo, como esto no era común que sucediera la iglesia no tomó ninguna iniciativa para llegar a otros gentiles, porque tampoco era que todas las sinagogas estaban llenas de gentiles en todas las regiones de Judea, pues también había un edicto imperial de que los judaíes no podían enseñar a un gentil a menos que este se lo pidiera. Así que cada gentil que se acercaba al evangelio era por decisión propia, aunque posteriormente algunos se arriesgaron a hacerlo un poco más, con mucha sutileza y bien planificado como fue el caso de pablo en Atenas.
Los discípulos de Jesús se reunían cada día de reposo en las sinagogas y eso trajo un reto para los judaicos, judaistas y judaizantes en esas regiones, pues en ellas no solo había el tipo de adoración donde uno dirige y el resto solo responde a amén, sino también estudio y eso como hasta hoy se hace, en parejas debatiendo temas bíblicos. Así que los judaistas específicamente que asistían a esas sinagogas (porque no todos los judaíes iban a la sinagoga), comenzaron a quejarse con sus líderes fariseos de Jerusalén y la persecución se salió de la región de Judea hacia las otras regiones. Gracias a Dios, en medio de esa nueva persecución más allá de los muros de Jerusalén, su líder ejecutivo (Pablo) tuvo un encuentro con Jesús camino a Siria y se convirtió en uno de los seguidores más fervientes del Mesías. Él, tres años después, cuando ya había crecido en la fe por el discipulado directo que recibió por revelación de los labios del propio Jesús, fue invitado a la ciudad de Antioquía en Siria, o sea a la misma región que años atrás había ido a asesinar discípulos. Allí el número de creyentes era tan grande que junto a otros siervos de Dios comenzó a servir y pudo ver a la iglesia crecer más aún.
En esa congregación comenzó a pasar algo, los gentiles que de alguna manera eran atraídos por la enseñanza judaista hasta ese momento, comenzaron también a convertirse. Cosa que hizo que los judaizantes tal vez de otras sinagogas de la ciudad y la región, les comenzaran a llamar cristianos por la sustitución griega de la palabra hebrea mashiaj. Porque esa era una forma de decirles: Ustedes creen en una doctrina griega y no en el verdadero Mesías.
En ese mismo tiempo el Espíritu Santo separó a Bernabé y a Pablo para que fueran a los judaíes que estaban en la dispersión, pero aplicando la misma experiencia que tuvieron en Antioquía. Así que, en ese primer viaje, también predicaron a los gentiles que eran influenciados por los judaizantes y a otros que tuvieron la oportunidad de hacerlo también aun cuando no eran influenciados por los judaizantes. Allí dejaron congregaciones establecidas de mayoría judaí y minoría gentil, pero lideradas por judaistas, pues recuerda que no podían dejar a otro judaí cualquiera porque podía ser que ni siquiera conociese toda la Escritura para poderla enseñar y menos a un gentil por igual razón.
Al regreso del viaje, surgió un problema entre aquellos judaizantes ahora conversos al Mesías, específicamente de la escuela farisea de shammai contra Pablo, que también era converso judaizante, pero de la escuela de Hillel, cuya perspectiva le había permitido entender perfectamente toda la actualización traída por Jesús a la ley de Dios. La iglesia de Jerusalén animada por los apóstoles Pedro y Jacobo, se dio cuenta que Pablo tenía razón y decidieron escribirles a los gentiles para que no se preocuparan por querer implementar todo lo que los judaicos traían, porque esos mismos cuando se convertían tenían que ajustar su enseñanza a lo establecido por el Mesías. Porque en esa enseñanza judaista había cosas buenas y también cosas arcaicas y malas, así que debían seguir reuniéndose en las sinagogas e ir aprendiendo poco a poco de ellos (pues todas las sinagogas eran instituciones judaistas), hasta que los apóstoles y los maestros enviados por el Espíritu Santo pudieran enseñarles los detalles que el Mesías enseñó.
Los viajes de Pablo continuaron y la iglesia entre los gentiles siguió creciendo. Sin embargo, la iglesia entre los judaíes siguió creciendo, tanto o mas que la parte gentil, entre los que estaban en la diáspora y los de Judea. Al punto, que cuando Pablo regresó a Jerusalén, Pedro y los otros apóstoles le contaron que el número entre ellos había crecido mucho. Ahora, ellos con la visita de Pablo estaban enfrentando un problema, los judaizantes no conversos al Mesías se habían encargo de regar una historia falsa acerca de Pablo, en donde decían que él enseñaba a todos los judaíes a abandonar la ley de Dios dada a Moisés y todo el Antiguo Testamento. O sea, que ellos decían con eso que Pablo estaba en contra de todo lo que constituía la vida de los judaí, incluyendo el único lugar en el mundo donde esto se enseñaba que eran las sinagogas. Como eso era falso Pablo en coordinación con los apóstoles decidieron que hiciera uno de los votos más estrictos dados por Moisés, el Nazareo, y a la vez se lo pagara a otros hermanos que tenían este deseo. Así todos los que ahora eran discípulos del Mesías podían ver quién era y que en realidad enseñaba Pablo. Tristemente, y abriendo un paréntesis, esta falsa historia sobre él ha llegado a nuestros días y encontramos a una mayoría en la cristiandad enseñando eso mismo.
Mientras Pablo terminaba los días de este voto, los judaizantes lograron soliviantar a los judaíes que visitaban el templo y él fue casi asesinado y llevado a juicio. Como Pablo no solo era judaí, sino también ciudadano romano logró escapar amparándose en el derecho de pedir el ser llevado a Roma para presentar su defensa ante el emperador y que este fuera su juez.
Así quedó en las regiones de Judea, Samaria, Galilea, Siria, Perea y Decápolis una comunidad cada vez más crecientes de judaíes conversos a Jesús y una minoría gentil. Este grupo mixto que se consideraba el verdadero Israel, en determinados momentos llegó a ser mayoría en muchas Sinagogas de esas regiones. Cosa que veremos en los siguientes artículos de esta serie. Sin embargo, la tranquilidad en esas regiones llegó a su fin, pues los judeanos y los extremistas anti-ocupación romana, junto a una mala administración de los líderes puestos por el imperio, comenzó a poner en crisis la cotidianidad. Y aparecieron masacres de los gentiles contra los judaíes, aparecieron ladrones judaíes por todas partes llegando en algunas ciudades a ser secuestradas por los rebeldes judaistas. Todo eso terminó con una orden del emperador para que su ejército terminara con esa inestabilidad las regiones de Judea y Galilea.
Continuará…
Autor: Dr. Liber Aguiar.
0 comentarios