La cena de Pascua es una moed (fiestas bíblicas) importante regalada por Dios a los descendientes de Abraham. Esta festividad fue entregada durante la esclavitud israelita en Egipto para que todo aquel que obedeciera los pasos dados por Dios en aquella noche, pudiera proteger de la muerte a sus primogénitos. Después de aquel suceso, el Faraón, que fue uno de los afectados, dejó salir a los hijos de Israel de Egipto junto con todo aquel que les siguió. En este artículo se puntualizarán las generalidades sobre cómo hacer la cena de Pascua.
Lo primero que debemos aclarar es que no existe una única forma de realizar una cena de Pascua. Los libros del Éxodo y Levítico no especifican las instrucciones precisas para llevarla a cabo. Al leer los versículos en los que se ordena observar este moed, tan solo encontramos detalles muy generales y superficiales. En el mundo judío, que ha mantenido esta celebración, encontramos un orden conocido hasta hoy en día, llamado Seder, que significa ‘orden’ en hebreo. Al analizar este Seder, nos damos cuenta de que hay muchos pasos que no aparecen en las Escrituras. No obstante, en todo el Nuevo Testamento, una serie de libros escritos en los primeros siglos y considerados como documentos históricos, podemos encontrar muchos más detalles sobre este evento. Por lo tanto, no será lo mismo participar en una cena de Pascua de un judío que no acepte a Jesús como el Mesías que hacerlo como seguidor de Cristo. La razón es simple: el judío no seguidor de Jesús celebrará su cena siguiendo el orden tradicional rabínico, que es la autoridad suprema dentro de su religión practicante, mientras que el seguidor de Cristo seguirá el orden relatado en el Nuevo Testamento, basándose en cómo Jesús participó y enseñó en ella, considerándolo como nuestra máxima autoridad.
Debido a los sismas y las persecuciones en los primeros siglos, el cristianismo que se expandía fuera de Jerusalén perdió por completo su conexión con la celebración de la Pascua según la enseñanza de Jesús. Para el siglo IV, la Iglesia Católica Romana asumió el control religioso y una de las consecuencias fue la desconexión entre la Pascua que se volvía “oficial” y la forma en que se celebraba en el primer siglo. Muchos, buscando no estar vinculados con una nación derrotada y rebelde como Israel, no resistieron a las nuevas corrientes y costumbres impuestas por el catolicismo, lo cual resultó en un cambio total.
En la actualidad encontramos, dentro del mundo evangélico, a la teología dispensacionalista sosteniendo la idea de que las fiestas bíblicas no se deben observar ya que fueron entregadas exclusivamente a Israel y no a la iglesia. Por supuesto, esto solo puede tener sentido para aquellos que consideran a Israel y a la iglesia como entidades separadas. En fin, es una narración que resulta agotador escuchar, pero que en realidad ni la biblia, ni Jesús, ni los apóstoles enseñaron jamás.
Sin embargo, retomando nuestro tema, gracias a Dios los judíos han mantenido las festividades (moadim) e incluso han registrado los detalles de su celebración. Esto tiene una gran importancia, ya que constituye una valiosa fuente a través de la cual podemos acercarnos para descubrir detalles que el cristianismo ha perdido, que son visibles en el Nuevo Testamento.
Ahora bien, quizás Ud. se esté preguntando, ¿me estás diciendo que debo hacer lo que digan los judíos que ni siquiera aceptan a Jesús como el Mesías? Y la respuesta es sí y no. Expliquemos rápidamente. Lo bueno de la Pascua en particular, es que es uno de los moadim que más detalles tenemos en el Nuevo Testamento. Y, por si fuera poco, como muchos lectores sabrán, Jesús murió en esta celebración. Por tanto, los evangelios proveen muchos detalles importantes sobre la llamada “última cena”. Sin embargo, es casi imposible entender lo que nos relatan los evangelios entorno a este importante día en el cristianismo, sin conocer lo que se hacía en Israel en ese momento histórico. Por ejemplo, la llamada “última cena”, en realidad no fue la cena pascual, pero sí fue un tipo de cena pascual que se acostumbraba a hacer el día anterior entre maestros y discípulos a modo de cierre de ciclo educativo, a esto se le llamaba: “1era de Jagigá” que significa ‘1era celebración’, y esto era precisamente lo que Jesús y sus discípulos estaban haciendo aquella noche, ya que el ciclo de enseñanza sobre este moed culminaría allí.
También debemos tener en cuenta que la noche de la Pascua, según Éxodos, se celebra el 14 de Nisán según el calendario hebreo, por lo que cada año varía según el calendario gregoriano. Para saber cuándo observarla, se comienza a contar desde el equinoccio de primavera hasta la primera luna nueva, cuando esta tiene alrededor de tres porciones de luna visible, lo cual indica que ha llegado el primer día del mes. A partir de ahí, se continúa contando hasta el día 14. Esto es importante debido a que el calendario hebreo bíblico difiere del calendario gregoriano moderno. Entre sus diferencias, encontramos que el día comienza al atardecer y culmina al atardecer del día siguiente.
Por tanto, para acercarnos a los hechos reales, debemos comparar lo que los judíos han registrado desde entonces, aplicarles las enseñanzas de Jesús, y así obtener lo más cercano posible a lo que el Mesías hizo aquella noche. Esto último sin pasar por alto que, hasta ese momento, y cada año, Jesús participó de todo el proceso. Al analizar estos textos de la última cena junto con lo que los judíos han mantenido hasta hoy, se pueden apreciar similitudes impresionantes. Por tanto, Jesús es la luz que nos ilumina en la forma de celebrar la cena de Pascua en comparación con lo que se hacía en Israel en el primer siglo. Todos estos rituales habían sido enseñados por el grupo de los fariseos, pero la participación de Jesús, e incluso las reformas que aplicó en algunos pasos del Seder, validaron la forma en que se llevaba a cabo esta festividad hasta entonces. En conclusión, debemos fijarnos en lo que ha sido transmitido por los judíos, pero siempre bajo la enseñanza y práctica de Jesús.
Como ya habíamos mencionado, la cena es un orden (Seder) que debe seguirse, ya que de ello dependen todos los simbolismos y enseñanzas del evento. Por tanto, debemos tener en cuenta que no se trata de una comida cualquiera. Es una festividad sumamente seria, tanto así que el mismo Pablo mencionó en su carta a los Corintios que no se debería participar en ella con una persona en rebeldía. Después de este resumen, veamos sus generalidades:
- Eliminación del Jametz (una fermentación específica de cinco granos): Se recoge todo lo fermentado de trigo, cebada, centeno, avena y espelta de la casa y se quema. Esto simboliza la necesidad de buscar aquello que, aunque sea pequeño, podría hacer crecer nuestro pecado.
- Lavado de las manos: En este paso, Jesús agregó el lavado de los pies, enseñando que debíamos seguir su ejemplo de servicio a los demás.
- Platos y Alimentos Especiales: Durante la cena, se sirven alimentos específicos que tienen un significado simbólico relacionado con la festividad. Estos incluyen:
- Matzá: Pan ácimo que simboliza la prisa con la que los israelitas dejaron Egipto, ya que no tuvieron tiempo de que el pan leudara.
- Maror: Hierbas amargas (como rábanos picantes o lechuga) que representan la amargura y el sufrimiento de los esclavos en Egipto. También el sufrimiento de la esclavitud del pecado.
- Jaroset: Una mezcla dulce hecha de frutas secas, nueces y vino, que representa el barro con el que los esclavos israelitas hicieron ladrillos en Egipto.
- Huevo duro: Símbolo de luto, renovación y deseos de celebrar la próxima fiesta en Jerusalén.
- Carne asada: Representa el sacrificio pascual que se ofrecía en el Templo de Jerusalén, pero para nosotros simboliza el sacrificio de Cristo.
- Cuatro Copas de Vino: A lo largo de todo el Seder, se beben cuatro copas de vino en momentos específicos, y cada una simboliza diferentes aspectos de la liberación y la redención.
- Copa de Santidad
- Copa de la Liberación
- Copa de la Redención
- Copa de la Alabanza
- Hagadá: Durante esta cena como el orden que se sigue es muy importante se sigue un libro que contiene el relato del Éxodo y las tradiciones de este Seder, que sirve como guía a los participantes.
- Participación de los Niños: La cena también está especialmente diseñada para involucrar a los niños y animarlos a hacer preguntas sobre la festividad y su significado.
- Himnos y salmos: La Hagadá incluye lecturas y canticos de alabanzas al Creador.
En resumen, el Seder de Pesaj (cena pascual) es un momento especial y significativo en el que se conmemora la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto. Y para nosotros los seguidores de Jesús, este evento adquiere un simbolismo más amplio: La liberación del pecado a través de Su sacrificio como el único y suficiente cordero inmolado por toda la humanidad. Te exhorto a que, si aún no has participado en un Seder de Pesaj, no permitas que ningún prejuicio te impida recibir y experimentar las bendiciones que Dios tiene reservadas para nosotros a través de esta celebración. Nuestro Señor, durante aquella «última cena», nos dio el mandamiento de seguir celebrándola como un recordatorio de Él, porque volveremos a celebrarla juntos en su regreso.
Autor: William Salazar
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