Como sabemos Pablo en su paso por Corintio plantó una congregación y con el tiempo tuvo que enfrentar las situaciones que comúnmente enfrentaba todo el que como él servía al Señor bajo Su gran comisión. Muchos en esta iglesia interpretaban mal la libertad, así que decidió escribirles y abordar el tema desde los ángulos en que ellos mayormente tropezaban. La Vida y la Conexión con Dios generan libertad en el ser humano, pero para andar por la libre, sino para en esa libertad asumir los mandamientos dados por Dios para el buen vivir. Entonces en uno de esos puntos les dice a los corintios:
«¿Fue llamado alguno siendo circunciso? Quédese circunciso. ¿Fue llamado alguno siendo incircunciso? No se circuncide. La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios. Cada uno en el estado en que fue llamado, en él se quede.» (1 Co 7:18–20).
Pablo al igual que todos los apóstoles y predicadores del evangelio en aquel tiempo tuvo hay un problema con muchas consecuencias que vino con la conversión de los gentiles, acerca del tema de la circuncisión. Pero no porque Dios creó ese problema, sino por la mala interpretación farisea, que en primer lugar no entendió que la circuncisión era la “señal” de que la descendencia de Abraham si quería un pacto con Dios debía asumirlo. Pero la “señal” no era “pacto” en sí, porque Dios no se circuncidó. Él simplemente dijo: “Esto voy a hacer y punto”, era entonces Abraham y sus descendientes los que debían hacer una “señal” que probara y reflejara la aceptación de aquel pacto con Dios. Así que cuando un milenio después los rabinos dijeron es necesario hacer brit milá, simplemente se estaban metiendo en un problema elevándole el estatus aquella “señal” (ot) de la “circuncisión” (milá) al de “pacto” (brit) cuando no lo tenía (Gn 17:11), invalidando por distorsión el plan de Dios. Y en segundo lugar, con sus enseñanzas metieron a esa “señal” elevada a “pacto” como si estuviera dentro de los 613 mandamientos (mitzvot), cosa que no existe entre ellos. Porque si bien era necesario el pacto para recibir la Torá, pues ellos la recibieron precisamente porque estaban bajo el pacto ya que se hicieron la señal de la circuncisión, pero el pacto no estaba legislado entre los mandamientos. O sea, que la circuncisión era la señal de que aceptaban el pacto y entonces en su infinita misericordia Dios les regala la Torá por medio de Moisés, por eso se habla de la circuncisión como algo asumido, pero a la vez no se legisla.
Ahora, al venir el Mesías entonces se Dios hace el milagro de la Vida y la Conexión en un trato individual de Él con cada persona que estaba muerto como descendiente del primer Adám, y eso establece al creyente en Yeshúa una nueva condición muy diferente a la que tenía Abraham, que cuando todavía era Abram lo obligó a hacer algo físico como señal de recibir el pacto con Dios. Entonces la Vida y la Conexión con Dios producen frutos que van a ser la señal de un grupo diferente al resto de la humanidad tanto entre los judíos (que fueron circuncidados por sus padres cuando todavía no tenían ni Vida ni Conexión al octavo día de nacidos) y entre los gentiles (que ni siquiera sabía que había una posibilidad de pacto), que no precisan como Abram de hacer un pacto físico que demuestre que aceptan el pacto, porque simplemente ya han recibido la promesa del pacto en la Vida y la Conexión. Entonces para este nuevo ser humano “específicamente” no se precisa hacer una señal física de ningún tipo de pacto, porque ya están metidos en el pacto. Por ejemplo, el malaj Miguel no necesita hacer ningún pacto con Dios porque ya él está, a través de su propia naturaleza, bajo un pacto con Dios que le hace vivir cumpliendo excelentemente su servicio y adoración bajo los estándares que Dios tiene establecido para sus malajim.
Basado en esta nueva naturaleza de Vida y Conexión es que Pablo dice que ni la circuncisión (porque los rabinos hasta hoy todavía enseñan que cuando hay conversión si ya tenía circuncisión la persona se debe volver a circuncidar, cosa que se hace pinchando con una aguja en lo que queda de prepucio), ni la incircuncisión es algo para aquellos que por tener Vida y Conexión están en un nuevo pacto, y por tanto se deben quedar como mismo vinieron al Mesías. Y es también la misma razón por la que Pablo les dice a los de Galacia que los que se circuncidan habiendo comenzado por la Vida y la Conexión, es como si se salieran de ese pacto y fueran a un pacto más limitado como el que vivió Abraham. Entonces tendrán que, como él, saludar la ciudad de lejos como si nunca hubieran entrado a ella (Ga 5:1-4).
De esta problemática que ellos enfrentaron y que guiados por el Espíritu Santo aplicaron y enseñaron lo anterior, pueden surgir tres preguntas:
¿Entonces no hay que practicar la circuncisión? Negativo, esto solo no es necesario para los que tienen Vida y Conexión y viven bajo el Nuevo Pacto, pero no para los hijos de ellos porque simplemente ellos no tienen ni Vida ni Conexión, y es la circuncisión la señal de que han sido introducidos en un pacto con Dios que es para los que no tienen ni Vida ni Conexión, hasta que Dios produzca la Vida y la Conexión en ellos y pasen al pacto en que no necesitan de esa señal aun cuando la tengan (porque aún para ellos las cosas viejas deben pasar).
¿Es un delito circuncidarse para el que tiene Vida y Conexión? Tampoco, lo que no es ya una señal para los que tienen Vida y Conexión por lo que no se les puede obligar ni tampoco chantajear con engaños (cosa que hacían los fariseos en tiempo de Pablo y también algunos hoy quizás por razones iguales o parecidas).
¿Para quién es lícito circuncidarse hoy después de tener Vida y Conexión? Únicamente para el que lo desea por sí mismo, y las razones pueden ser: (1) Cuidar el cuerpo, porque aún los médicos ateos reconocen que bajo la circuncisión el nivel de cáncer prostático o uterino es casi cero. (2) Para poder insertarse por amor entre aquellos que la circuncisión es imprescindible por no conocer o desestimar la necesidad de Vida y Conexión. De ahí que Pablo, quien es acusado por judíos y gentiles supersticiosos hasta hoy de estar en contra de la circuncisión les dice a los mismos gálatas que primero les dijo que no se circunciden por ser obligados o chantajeados: «Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía?» (Gl 5:11).
Autor: Dr. Liber Aguiar.
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