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Porción 117

Texto áureo: Deuteronomio 11
Lecturas para adultos en la semana

Día 1 Deuteronomio 11

Día 2 Jueces 5

Día 3 1Samuel 7-8

Día 4 Isaias 24-25

Día 5 Lucas 3

Día 6 Romanos 11:1-24.

I- Sirviendo con mi devocional diario.

En el inicio de la porción de esta semana encontramos el segundo párrafo del conocido Shemá, que es la declaración de fe bíblica en el devocional diario. Luego, refiriéndose a este, dice: «Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando al Señor vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite.». De esta manera, junto a otras bendiciones y oraciones, Dios alienta a su pueblo a tener varios tiempos devocional diario.

Como toda instrucción divina, a esto también hay que sumarle las consecuencias negativas si no se hacen, pues no tener en cuenta esta enseñanza indiscutiblemente traerá problemas. Sabemos que la iglesia después de la reforma ha sido muy prejuiciada con todo aquello que sea en lo más mínimo parecido a algún ritual, principalmente judaico, pero debemos entender que Dios es perfecto y su forma de dirigir y ordenar la vida humana es absolutamente precisa y perfecta. Entonces, si fue Él quien creó estos rituales en ninguna medida sería algo malo porque todo lo que Él hace es perfecto. Y aunque muchos de estos rituales serían actualizados y cambiado con la venida del Mesías, no puede pensarse que ellos en sí mismos traían un daño al ser humano, porque: ¿Qué tal con todos aquellos hombres santos que anterior al Mesías vivieron haciéndolos? Esto se debe analizar a la luz de la enseñanza paulina que señala que nada en sí mismo es malo, sino que es el pecado en el hombre lo que hace mal obrar todo lo bueno que se ponga en sus manos.

En el caso específico de los tiempos devocionales diarios, todo el “ritual” más bien ayudan a disciplinar, a edificar y crecer en las cosas de Dios. Esta es la primera y principal manera en que se puede servir a Dios cada día.

II- Dios asegura sustento a sus siervos.

¿Acaso que llueva en el momento adecuado para que tengamos provisiones es una recompensa por seguir los mandamientos (mitzvot) del Creador diariamente? La respuesta dada aquí es sencilla: «serás sustentado y podrás servirle». En otras palabras, cuando se cumple apropiadamente con los mandamientos dados por Dios, Él da el sustento material necesario para que podamos hacer más.

Por supuesto que sabemos que esos mandamientos no salvan, ni son la fuente de la vida piadosa, pero sí son el vehículo, la oportunidad o el medio creado por Dios para que esa nueva vida se manifieste. Realmente todos los mandamientos, comenzando por los que tienen que ver con la vida devocional (el Shemá), después de la obra redentora son un regalo de Dios que acomodan y enfocan en el plan divino al espíritu de cada hombre regenerado por Él.

Por otra parte, se debe entender que el servicio a Dios comienza ahí precisamente, en el servirse a uno mismo a través del uso que le damos a la vida devocional. Y es a partir de ahí que podemos enseñar a otros lo que ya para nosotros es más que cierto: “La intimidad con Dios enriquece el alma”.

III. No permitiendo la deshonra.

Cuando el Señor presenta los dos caminos dice que uno es el de la bendición y el otro es el de la ‘deshonra’, que es como mejor se puede traducir la palabra qelalah (קְלָלָה). Es decir, que no se trata de la exclusión por el pecado como nación de Dios lo que sufriría Israel por esto, como algunos se han empeñado en creer y enseñar. Por esa misma razón cuando Pablo se pregunta: «¿Ha desechado Dios a su pueblo?», se va a responder a sí mismo: «En ninguna manera…», porque en realidad lo que ha pasado es que ha sido ‘deshonrada’ como nación, cosa que se ha extendido por 2 000 años. De ahí el llamado del profeta Isaías cuando menciona que Dios, en algún momento, «quitará la afrenta de su pueblo».

Por eso ellos, como Moisés enseña en esa sabiduría dada por Dios para guiar al pueblo, debían llegar a las próximas generaciones con esta enseñanza: «Guardaos, pues, que vuestro corazón no se infatúe, y os apartéis y sirváis a dioses ajenos…». Hay tres cosas aquí imprescindibles para nosotros:

(1) Hay que estar conscientes de que tenemos un deseo interno (en el corazón) que debe ser guiado.

(2) Hay que saber que ese deseo interno tiene la capacidad de poder ser seducido a todo tipo de comportamientos indeseables.

(3) Hay que saber que tenemos el poder dado por Dios para resguardarnos de estas seducciones al enfocarnos en Su voluntad, que como vemos en esta porción comienza con la intimidad devocional con Él.

IV. Una mirada al invisible.

Amar y temer a Dios son dos de los mandamientos más difíciles de cumplir. Por ejemplo, podemos temer al dentista o amar a nuestros padres porque ellos son tangibles e infunden directamente el temor o el amor en nosotros. Pero ¿cómo se puede amar o temer a un Ser que no habla ni se comunica en una forma que se pueda entender con claridad? ¿Cómo es posible obligar a alguien a tener una emoción tan determinada como el amor bajo circunstancias tan especiales como estas?

Cuando una persona que ha nacido de nuevo piensa profundamente en las maravillas de la creación o en cada acción de Dios y ve en ellas sabiduría infinita, inevitable y necesariamente amará, alabará, glorificará y entonces deseará conocerle más. Cuando piense en esos detalles, inevitable y necesariamente se sacudirá y temerá, sabiendo que él es una criatura pequeña e insignificante ante el único Ser perfecto que hay.

Este es el enfoque que se debe tener para relacionarse con un Dios invisible e intangible. Debemos relacionarnos con Él y verlo a través de sus acciones y no esperar una imagen corpórea “X”. Por eso, como alguien decía: «Jesús es Verbo, no sustantivo».

Preguntas:

1.- ¿Qué importancia percibe usted que tiene el v.7 para toda esta porción?

2.- En su opinión, si los mandamientos no salvan, ¿qué importancia pudieran tener para el pueblo de Dios?

3.- ¿Qué repercusión pueden tener los vv.18-21 para una persona que acaba de llegar a Cristo?

4.- ¿Qué relación encuentra entre los vv.26-28 y el Sal 1?

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