Texto Ɣureo: Genesis 38
Lecturas para adultos en la semana
DĆa 1Ā GĆ©nesis 38
DĆa 2 Esdras 4
DĆa 3 Daniel 4
DĆa 4 Juan 13-14
DĆa 5 Maros 8:1-26
DĆa 6 EfesiosĀ 4:1-16
I- Todo lo que se hace tiene consecuencias.
Es impactante ver cómo pequeños eventos implican situaciones o consecuencias gigantescas, aunque sean situaciones que al momento no muestren lo desastrosas que son. En este caso un regalo de Jacob a José (v. 3) costó 400 años de esclavitud en Egipto.
II- Todos son hijos sin importar que sean hermanos.
Ser un padre justo y darle a cada niƱo un trato igualitario nunca fue una ta-rea fĆ”cil. Los padres muchas veces favorecen a un hijo mĆ”s que a otro, pero debemos entender que en la mayorĆa de los casos esto no es malintencionado, como en esta historia, casi siempre es un deseo de balancear la situación para favorecer a alguno de ellos. La realidad es que eso siempre traerĆ” problemas para el favoreci-do, porque se puede sobrevalorar a sĆ mismo o a los demĆ”s, ya que le verĆ”n con resabio y se sentirĆ”n desplazados. En el caso de los hijos Ćŗnicos, esto es peor por-que ya es el āelegidoā sin haber peleado siquiera. La mejor forma de combatir esto es entendiendo que tenemos un Padre celestial que no hace acepción de perso-nasĀ [1].
III- Las dos necesidades de todo humano.
Todo hombre tiene dos necesidades bĆ”sicas, por lo que pasarĆ” su vida tra-tando de cubrirlas: (1) Amor, que es la necesidad de ser querido incondicional-mente; (2) Significado, que es la necesidad de ser respetado y valorado incondicionalmente. Esta es la causa principal de frustración humana, pues todos estamos necesitados y al buscar a alguien o algo que llene ese vacĆo entonces aparece la frustración por nunca poder lograrlo. Una poesĆa lo describe de esta manera:
Ā«ā¦La limitación del corazón humano es grande, pues Ć©l no puede hacer nada por sĆ mismo, Ć©l siempre dependerĆ” de otro corazón que lo ayude y que igualmente lo ame para que Ć©l pueda tambiĆ©n serĀ feliz. En esas condiciones, el corazón humano estĆ” siempre sujeto a las limitaciones de otro, a veces hasta mĆ”s dĆ©bil y mucho mĆ”s carente que nuestro propio corazón, aumentando asĆ, cada vez mĆ”s, el circulo vicioso de la infelicidad...Ā»[2].
IV- Solo Dios llena el vacĆo humano.
En la relación con Dios es que se puede cubrir esto plenamente. Por eso alguien dijo una vez que el vacĆo del hombre es tan grande que solo puede ser cubierto por un Dios mĆ”s grande que ese vacĆo. El mismo poema continĆŗa diciendo al respecto:
Ā«ā¦Ā Nadie te puede amar como JesĆŗs te ama, simplemente porque JesĆŗs no tiene amor, Ćl es el amor, el verdadero amor. Que no puede ser encontrado en el corazón humano porque viene de lo alto, es espiritual, sobrenatural, sagrado⦠su divino amor no establece condiciones o imposiciones para amarte, JesĆŗs te ama como tĆŗ eres. Para Ćl, tĆŗ no eres feo o lindo, grande o pequeƱo, blanco o negro, rico o pobre, joven o viejo; pues JesĆŗs no ve tu apariencia, Ćl ve tu corazón. Y es ahĆ en tu corazón que Ćl quiere habitar, para lavar tus heridas, sacar toda tu amargura, secar todas tus lĆ”grimas y limpiar las cicatrices de tu alma, porque tĆŗ eres demasiado y muy importante para Ćl. Y finalmente, tĆŗ vas a encontrar aquello que tanto buscas: La felicidad. Pues solo el amor de Jesucristo tiene la capacidad de dar todo lo que tĆŗ necesitas para ser feliz. Mira, nadie te puede amar como el SeƱor JesĆŗs te ama.Ā»[3].
Preguntas:
1.- ¿Has tenido la experiencia de ver cómo detalles en la vida de alguien se han convertido en grandes problemas para ellos y los demÔs?
2.- ¿CuÔn terrible puede haber sido para alguien el ser sobrevalorado o desplazado por los padres?
3.- ĀæCómo le explicarĆas a alguien acerca del beneficio de ser hijo de Dios?
4.- ĀæEn quĆ© sentido el capĆtulo 38 es consecuencia del 37?
[2] Nadie te puede amar como Jesús te ama, Ôlbum: Jesús te ama, autor: Nelson Ned (AIN: B073MQSY1W).
GƩnesis 38.
1 Y habĆa ya acontecido en este tiempo que, separĆ”ndose JudĆ” de sus hermanos, se relacionó con un adulamita cuyo nombre era Hira. 2 Y JudĆ” vio allĆ a la hija de un hombre cananeo, cuyo nombre era SĆŗa, y la tomó, y se llegó a ella, 3 y concibió, y parió un hijo, y Ć©l llamó su nombre Er. 4 Y concibió otra vez, y parió un hijo, y llamó su nombre OnĆ”n. 5 Y volvió de nuevo a parir un hijo, y llamó su nombre Sela. Y Ć©l estaba en Kezib cuando lo dio a luz. 6 Y tomó JudĆ” una mujer para Er su primogĆ©nito, cuyo nombre era Tamar. 7 Pero Er, el primogĆ©nito de JudĆ”, era perverso ante YHVH, y YHVH hizo que muriera.Ā 8 Y JudĆ” dijo a OnĆ”n: LlĆ©gate a la mujer de tu hermano, despósate con ella y levanta descendencia a tu hermano. 9 Pero OnĆ”n, sabiendo que la descendencia no serĆa suya, sucedĆa que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, eyaculaba en tierra para no dar descendencia a su hermano. 10 Y lo que hacĆa pareció mal a Elohim, y tambiĆ©n a Ć©l lo hizo morir.Ā 11 Dijo entonces JudĆ” a su nuera Tamar: Vive como viuda en casa de tu padre, hasta que crezca mi hijo Sela. Pues temĆa que muriera tambiĆ©n Ć©l como sus hermanos. AsĆ que Tamar fue y permaneció en casa de su padre.
12 Pasaron muchos dĆas, y murió SĆŗa, mujer de JudĆ”. Terminado el luto, JudĆ” subió con su asociado, Hira, el adulamita, a TimnĆ”, donde estaban los trasquiladores de sus ovejas. 13 Y fue dado aviso a Tamar, diciendo: Mira, tu suegro sube a TimnĆ” a trasquilar sus ovejas. 14 Viendo ella que Sela habĆa crecido y no habĆa sido dada a Ć©l por mujer, se quitó las ropas de su viudez, se cubrió con un velo, y, disfrazada, se sentó en la puerta de EnĆ”yim, que estĆ” junto al camino de TimnĆ”.Ā 15 Cuando JudĆ” la vio, la tuvo por ramera, pues ella tenĆa cubierto su rostro. 16 Y se desvió del camino hacia ella, y le dijo: Ā”Deja que me llegue a ti! (pues no sabĆa que era su nuera). Y dijo: ĀæQuĆ© me darĆ”s por llegarte a mĆ? 17 Y Ć©l dijo: Yo mismo te enviarĆ© un cabrito del rebaƱo. Y ella dijo: ĀæMe das alguna prenda hasta que lo envĆes? 18 Ćl dijo: ĀæCuĆ”l prenda te he de dar? Y ella respondió: Tu sello, tu cordón y la vara que tienes en tu mano. Y Ć©l se los dio y se llegó a ella, y ella concibió de Ć©l. 19 Tamar se levantó, se fue, se quitó el velo y vistió las ropas de su viudez.
20 Y envió JudĆ” el cabrito de las cabras por medio de su amigo el adulamita, para tomar la prenda de mano de la mujer, pero este no la halló. 21 Y preguntó a hombres de su lugar: ĀæDónde estĆ” la prostituta de EnĆ”yim, que estaba junto al camino? Y ellos le dijeron: Ninguna prostituta ha estado por aquĆ. 22 Y vuelto a JudĆ”, le dijo: No la he encontrado. AdemĆ”s, unos varones del lugar dijeron: Ninguna prostituta ha estado por aquĆ. 23 Y JudĆ” dijo: Que se quede con ellas para que no seamos menospreciados. Ya ves que enviĆ© este cabrito y tĆŗ mismo no la encontraste.
24 Y sucedió como a los tres meses, que se le dio aviso a JudĆ”, diciendo: Tamar, tu nuera, se ha prostituido, y he aquĆ, ha quedado encinta por su prostitución. Y JudĆ” dijo: Ā”Sacadla y que sea quemada! 25 Pero mientras era sacada, envió a decir a su suegro: Ā”Del varón a quien pertenecen estas cosas estoy embarazada! Y dijo: Reconoced Āæde quiĆ©n es este sello, el cordón y la vara? 26 Y JudĆ” los reconoció, y dijo: Tamar ha sido justificada antes que yo, porque no le di a mi hijo Sela. Pero nunca mĆ”s la conoció.
27 Y sucedió que al llegar el parto, he aquĆ habĆa mellizos en su vientre. 28 Y al parir salió una mano, y la partera tomó y ató a su mano un hilo escarlata, diciendo: Este salió primero. 29 Pero al retirar su mano, he aquĆ salió su hermano. Y ella dijo: Ā”QuĆ© brecha fue abierta! Por tanto su nombre fue llamado Fares. 30 Y despuĆ©s salió su hermano, el que tenĆa en su mano el hilo escarlata, y fue llamado su nombre Zara.
āŗ38.1 se relacionó⦠Lit. se inclinó; adulamita⦠Adulam: población 25 km al SO deĀ JerusalĆ©n.
āŗ38.8 la mujer de tu hermano⦠āDt 25.5.
āŗ38.12 SĆŗa, mujer deĀ JudÔ⦠TM: la hija de SĆŗa, mujer de JudĆ” ā38.2.
āŗ38.15 ramera⦠Heb. zonah =Ā prostituta.
āŗ38.16 Deja⦠TM aƱade ahora. Se sigue LXX.
āŗ38.18 tu selloā¦Ā Cilindro pequeƱo que se colgaba al cuello y que representaba la marca personal delĀ individuo.
āŗ38.21 su lugar⦠TM aƱade diciendo. Se sigue LXX; prostituta⦠Heb. quedeshah. Mujer que practicaba la prostitución idolĆ”trica.
āŗ38.25 Reconoced⦠TM Reconoced ahora. Se sigue LXX.
āŗ38.26 nunca mĆ”s laĀ conoció⦠En sentido sexual.
āŗ38.29 al retirar⦠TMĀ aƱade sucedió. Se sigue LXX; Fares⦠Esto es, brecha.
āŗ38.30 Zara⦠Esto es, brillante.
GƩnesis 38.
1 Y habĆa ya acontecido en este tiempo que, separĆ”ndose JudĆ” de sus hermanos, se relacionó con un adulamita cuyo nombre era Hira. 2 Y JudĆ” vio allĆ a la hija de un hombre cananeo, cuyo nombre era SĆŗa, y la tomó, y se llegó a ella, 3 y concibió, y parió un hijo, y Ć©l llamó su nombre Er. 4 Y concibió otra vez, y parió un hijo, y llamó su nombre OnĆ”n. 5 Y volvió de nuevo a parir un hijo, y llamó su nombre Sela. Y Ć©l estaba en Kezib cuando lo dio a luz. 6 Y tomó JudĆ” una mujer para Er su primogĆ©nito, cuyo nombre era Tamar. 7 Pero Er, el primogĆ©nito de JudĆ”, era perverso ante YHVH, y YHVH hizo que muriera.Ā 8 Y JudĆ” dijo a OnĆ”n: LlĆ©gate a la mujer de tu hermano, despósate con ella y levanta descendencia a tu hermano. 9 Pero OnĆ”n, sabiendo que la descendencia no serĆa suya, sucedĆa que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, eyaculaba en tierra para no dar descendencia a su hermano. 10 Y lo que hacĆa pareció mal a Elohim, y tambiĆ©n a Ć©l lo hizo morir.Ā 11 Dijo entonces JudĆ” a su nuera Tamar: Vive como viuda en casa de tu padre, hasta que crezca mi hijo Sela. Pues temĆa que muriera tambiĆ©n Ć©l como sus hermanos. AsĆ que Tamar fue y permaneció en casa de su padre.
12 Pasaron muchos dĆas, y murió SĆŗa, mujer de JudĆ”. Terminado el luto, JudĆ” subió con su asociado, Hira, el adulamita, a TimnĆ”, donde estaban los trasquiladores de sus ovejas. 13 Y fue dado aviso a Tamar, diciendo: Mira, tu suegro sube a TimnĆ” a trasquilar sus ovejas. 14 Viendo ella que Sela habĆa crecido y no habĆa sido dada a Ć©l por mujer, se quitó las ropas de su viudez, se cubrió con un velo, y, disfrazada, se sentó en la puerta de EnĆ”yim, que estĆ” junto al camino de TimnĆ”.Ā 15 Cuando JudĆ” la vio, la tuvo por ramera, pues ella tenĆa cubierto su rostro. 16 Y se desvió del camino hacia ella, y le dijo: Ā”Deja que me llegue a ti! (pues no sabĆa que era su nuera). Y dijo: ĀæQuĆ© me darĆ”s por llegarte a mĆ? 17 Y Ć©l dijo: Yo mismo te enviarĆ© un cabrito del rebaƱo. Y ella dijo: ĀæMe das alguna prenda hasta que lo envĆes? 18 Ćl dijo: ĀæCuĆ”l prenda te he de dar? Y ella respondió: Tu sello, tu cordón y la vara que tienes en tu mano. Y Ć©l se los dio y se llegó a ella, y ella concibió de Ć©l. 19 Tamar se levantó, se fue, se quitó el velo y vistió las ropas de su viudez.
20 Y envió JudĆ” el cabrito de las cabras por medio de su amigo el adulamita, para tomar la prenda de mano de la mujer, pero este no la halló. 21 Y preguntó a hombres de su lugar: ĀæDónde estĆ” la prostituta de EnĆ”yim, que estaba junto al camino? Y ellos le dijeron: Ninguna prostituta ha estado por aquĆ. 22 Y vuelto a JudĆ”, le dijo: No la he encontrado. AdemĆ”s, unos varones del lugar dijeron: Ninguna prostituta ha estado por aquĆ. 23 Y JudĆ” dijo: Que se quede con ellas para que no seamos menospreciados. Ya ves que enviĆ© este cabrito y tĆŗ mismo no la encontraste.
24 Y sucedió como a los tres meses, que se le dio aviso a JudĆ”, diciendo: Tamar, tu nuera, se ha prostituido, y he aquĆ, ha quedado encinta por su prostitución. Y JudĆ” dijo: Ā”Sacadla y que sea quemada! 25 Pero mientras era sacada, envió a decir a su suegro: Ā”Del varón a quien pertenecen estas cosas estoy embarazada! Y dijo: Reconoced Āæde quiĆ©n es este sello, el cordón y la vara? 26 Y JudĆ” los reconoció, y dijo: Tamar ha sido justificada antes que yo, porque no le di a mi hijo Sela. Pero nunca mĆ”s la conoció.
27 Y sucedió que al llegar el parto, he aquĆ habĆa mellizos en su vientre. 28 Y al parir salió una mano, y la partera tomó y ató a su mano un hilo escarlata, diciendo: Este salió primero. 29 Pero al retirar su mano, he aquĆ salió su hermano. Y ella dijo: Ā”QuĆ© brecha fue abierta! Por tanto su nombre fue llamado Fares. 30 Y despuĆ©s salió su hermano, el que tenĆa en su mano el hilo escarlata, y fue llamado su nombre Zara.
āŗ38.1 se relacionó⦠Lit. se inclinó; adulamita⦠Adulam: población 25 km al SO deĀ JerusalĆ©n.
āŗ38.8 la mujer de tu hermano⦠āDt 25.5.
āŗ38.12 SĆŗa, mujer deĀ JudÔ⦠TM: la hija de SĆŗa, mujer de JudĆ” ā38.2.
āŗ38.15 ramera⦠Heb. zonah =Ā prostituta.
āŗ38.16 Deja⦠TM aƱade ahora. Se sigue LXX.
āŗ38.18 tu selloā¦Ā Cilindro pequeƱo que se colgaba al cuello y que representaba la marca personal delĀ individuo.
āŗ38.21 su lugar⦠TM aƱade diciendo. Se sigue LXX; prostituta⦠Heb. quedeshah. Mujer que practicaba la prostitución idolĆ”trica.
āŗ38.25 Reconoced⦠TM Reconoced ahora. Se sigue LXX.
āŗ38.26 nunca mĆ”s laĀ conoció⦠En sentido sexual.
āŗ38.29 al retirar⦠TMĀ aƱade sucedió. Se sigue LXX; Fares⦠Esto es, brecha.
āŗ38.30 Zara⦠Esto es, brillante.
Esdras 4.
1 Pero los adversarios de JudĆ” y de BenjamĆn oyeron que los hijos del cautiverio reedificaban el santuario para YHVH, Elohim de Israel, 2 y se acercaron a Zorobabel y a las cabezas paternas, y les dijeron: Edificaremos con vosotros, porque buscamos a vuestro Elohim, como vosotros, y a Ćl sacrificamos desde los dĆas de Esar-Hadón, rey de Asiria, que nos hizo subir aquĆ. 3 Pero Zorobabel, JesĆŗa, y los demĆ”s cabezas paternas de Israel les respondieron: Nada tenĆ©is que ver con nosotros para que edifiquĆ©is Casa a nuestro Elohim, sino que nosotros solos construiremos para YHVH, Elohim de Israel, como nos ordenó Ciro rey de Persia.
4 Entonces sucedió que el pueblo de la tierra desalentaba al pueblo de JudĆ”, y los hostigó mientras construĆan, 5 y contrataron consejeros contra ellos para frustrar sus propósitos, todos los dĆas de Ciro rey de Persia, hasta el reinado de DarĆo rey de Persia. 6 Y durante el reinado de Asuero, al principio de su reinado, escribieron una acusación contra los moradores de JudĆ” y de JerusalĆ©n.Ā 7 Y en dĆas de Artajerjes, escribieron Bislam, MitrĆdates, Tabeel y los demĆ”s compaƱeros suyos, a Artajerjes rey de Persia (y la escritura del documento estĆ” escrita en arameo). 8 El gobernador Rehum y el secretario Simsai escribieron al rey Artajerjes una carta contra JerusalĆ©n.Ā 9 En tal fecha el gobernador Rehum, y el secretario Simsai, y el resto de sus compaƱeros: los jueces, los magistrados, los oficiales, los funcionarios, los de Erec,Ā los babilonios, los de Susa (es decir, los elamitas), 10 y los demĆ”s pueblos que elĀ grande y noble Asnapar habĆa hecho deportar y establecer en las ciudades deĀ Samaria y en otras de la región de Allende el RĆo, 11 enviaron copia de esta carta:Ā
Ā«Al rey Artajerjes, de tus siervos, habitantes de Allende el RĆo. Ahora, 12 sea notorio al rey que los judĆos que subieron de ti, han venido a nosotros a JerusalĆ©n y estĆ”n reedificando la ciudad rebelde y malvada, y han terminado los muros y estĆ”n colocando los cimientos. 13 Sepa ahora el rey que si esta ciudad es reedificada, y los muros terminados, no habrĆ”n de pagar tributo, impuesto o contribución alguna, con lo que se perjudicarĆ” el ingreso de los reyes. 14 Ahora, puesto que comemos la sal del palacio, y no soportamos ver la afrenta del rey, por eso hemos enviado y lo hemos dado a conocer al rey, 15 para que se indague en el rollo de las Memorias de tus padres. Y hallarĆ”s en el rollo de las Memorias, y sabrĆ”s que esta ciudad es una ciudad rebelde, y perjudicial para reyes y provincias, y las revueltas se producĆan en su interior desde tiempos muy antiguos, motivo por el cual esta ciudad fue asolada. 16 Hacemos saber al rey que si esta ciudad es reedificada y terminados sus muros, por su causa no tendrĆ”s porción alguna mĆ”s acĆ” del RĆo.Ā»
17 Entonces el rey envió una respuesta al gobernador Rehum y al secretario Simsai,Ā y a sus demĆ”s compaƱeros que habitaban en Samaria, y a los demĆ”s de Allende elĀ RĆo:
Ā«Paz. Y ahora, 18 la carta que nos enviasteis ha sido leĆda con claridad ante mĆ; 19 y he decretado que se buscara, y se ha hallado que esa ciudad se rebela contra los reyes desde dĆas antiguo, y que en medio de ella se tramaron rebeliones, 20 y que en JerusalĆ©n hubo reyes fuertes que dominaban toda la región de Allende el RĆo y que se les pagaban tributos, contribuciones e impuestos. 21 Ahora pues, disponed que esos hombres cesen su trabajo y que esa ciudad no sea reedificada hasta que un edicto sea promulgado por mĆ. 22 Y guardaos de ser negligentes en hacer esto, pues, Āæpor quĆ© ha de aumentar el daƱo en perjuicio de los reyes?Ā»
23 Y tan pronto como la copia de la carta del rey Artajerjes fue leĆda delante deĀ Rehum, y del secretario Simsai, y de sus compaƱeros, se presentaronĀ apresuradamente en JerusalĆ©n ante los judĆos, y los obligaron a cesar la obraĀ mediante el poder y la fuerza. 24 Y cesó la obra de la Casa de DIOS que estĆ” enĀ JerusalĆ©n, y fue interrumpida hasta el aƱo segundo del reinado de DarĆo rey deĀ Persia.
āŗ4.3 con nosotros⦠Lit. no vosotros y nosotros edificar.
āŗ4.4 de la tierra⦠EstoĀ es, el conjunto de los demĆ”s pueblos vecinos de JudĆ”; desalentaba⦠Lit. debilitabaĀ las manos.
āŗ4.5 Ciro⦠DarĆo⦠Estas fechas son: Ciro, 559-530; Esar Hadón, 681- 669; DarĆo, 522-486; Artajerjes I, 465-423; yĀ Asnapar (v. 10, es decir, Asurbanipal), 669-633 de la cronologĆa Medo-Persa, (no corresponde con la data bĆblica).
āŗ4.7 A partir de 4.8 hasta 6.18, el texto se halla en arameo, lengua franca delĀ imperio Medopersa.
āŗ4.9 EstaĀ lista de nombres es interpretada tambiĆ©n comoĀ gentilicios: los de Din, de Afarsatak, de Tarpel, de Afaras, de Erek, deĀ Babilonia, deĀ Susa, de DehĆ”, de Elamā¦
āŗ4.10 Asnapar⦠Esto es, el rey Asurbanipal, quien siguió la polĆtica deĀ intercambio de grupos minoritarios como sus predecesores Sargón yĀ Esar Hadón.
āŗ4.10-11, 20 Allende el RĆo⦠MĆ”s allÔ del RĆo. Quinta satrapĆa delĀ Imperio Persa (llamada Transeufratina) formada por los territorios al oeste delĀ Ćufrates yĀ compuesta por Siria, Palestina, Chipre y Fenicia.
āŗ4.13 el ingreso de losĀ reyes⦠Otra traducción posible: los reyesĀ mismos padecerĆ”n quebranto.
āŗ4.14Ā comemos la sal del palacio⦠Expresión aramea para indicar que estĆ”n al servicio yĀ Ā son mantenidos por el palacio.
āŗ4.15 las Memorias⦠Esto es, los registrosĀ Ā históricos.
Daniel 4.
1 El rey Nabucodonosor a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra: Ā”Paz os sea multiplicada! 2 Conviene que yo publique las seƱales y prodigios que el DIOS AltĆsimo ha hecho conmigo. 3 Ā”CuĆ”n grandes son sus seƱales, y cuĆ”n potentes sus maravillas! Ā”Su reino es un reino sempiterno, y su seƱorĆo de generación en generación!
4 Yo Nabucodonosor estaba tranquilo en mi casa y floreciente en mi palacio. 5 Vi un sueño que me espantó, y tendido en cama, me turbaron las imaginaciones y visiones de mi cabeza. 6 Por esto mandé que vinieran ante mà todos los sabios de Babilonia, para que me mostraran la interpretación del sueño.
7 Vinieron, pues, magos, astrólogos, caldeos y adivinos, y referĆ el sueƱo delante de ellos, pero no me pudieron mostrar su interpretación, 8 hasta que se presentó ante mĆ Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, y en quien mora el espĆritu de los dioses (elohim) santos. Y referĆ mi sueƱo delante de Ć©l, diciendo: 9 Beltsasar, prĆncipe de los magos, ya que he entendido que un espĆritu de los dioses (elohim) santos estĆ” en ti, y que ningĆŗn misterio se te esconde, he aquĆ las visiones del sueƱo que he tenido; declĆ”rame ahora su interpretación.
10 Estas fueron las visiones de mi cabeza hallĆ”ndome en mi lecho: MirĆ©, y he aquĆ en medio de la tierra un Ć”rbol cuya altura era enorme. 11 El Ć”rbol crecĆa y se hacĆa fuerte, y su copa llegaba hasta los cielos, y su extensión a todos los confines de la tierra. 12 Su follaje era hermoso y su fruto abundante, y habĆa en Ć©l alimento para todos. Debajo de Ć©l hallaban abrigo las bestias del campo, y en sus ramas hacĆan morada las aves de los cielos, y de Ć©l se alimentaba toda carne. 13 Yo miraba en las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi lecho, cuando he aquĆ un guardiĆ”n santo descendĆa de los Cielos, 14 y clamando a gran voz, dijo asĆ: Ā”Cortad el Ć”rbol y quitadle sus ramas, sacudid su follaje y derramad su fruto, y vĆ”yanse las bestias que estĆ”n debajo de Ć©l, y las aves de sus ramas! 15 Pero dejad el tronco con sus raĆces en la tierra, ligado con ligaduras de hierro y bronce entre la hierba del campo, y con el rocĆo de los cielos sea baƱado, y con las bestias comparta la hierba de la tierra. 16 Sea cambiada su mente de hombre, y dĆ©sele instinto de bestia, y pasen sobre Ć©l siete tiempos. 17 La sentencia es por decreto de los guardianes, y la decisión por la palabra de los santos, para que los vivientes reconozcan que el AltĆsimo domina sobre el reino de los hombres, que lo da a quien le place y pone sobre Ć©l al mĆ”s humilde de los hombres. 18 Yo, el rey Nabucodonosor, vi este sueƱo. TĆŗ, pues, Beltsasar, dirĆ”s su interpretación, porque ninguno de los sabios de mi reino ha podido darme su interpretación, pero tĆŗ sĆ puedes, porque en ti mora el espĆritu de los dioses santos.
19 Pero Daniel (cuyo nombre es Beltsasar), quedó atónito casi una hora, turbado porĀ sus pensamientos. Entonces el rey habló y dijo: Oh Beltsasar, no te turben ni elĀ sueƱo ni su interpretación. Respondió Beltsasar, y dijo: SeƱor mĆo, sea este sueƱoĀ para tus enemigos, y su interpretación para los que te aborrecen. 20 El Ć”rbol que hasĀ visto, que crecĆa y se hacĆa fuerte, y cuya copa llegaba a los cielos, y se extendĆa aĀ todos los confines de la tierra, 21 cuyo follaje era hermoso y su fruto abundante, enĀ que habĆa alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y enĀ cuyas ramas anidaban las aves de los cielos, 22 eres tĆŗ mismo, oh rey, que creciste yĀ te hiciste fuerte, pues tu grandeza creció hasta llegar hasta los cielos, y tu dominioĀ hasta los confines de la tierra.
23 Y en cuanto a lo que vio el rey, un guardiĆ”n santo que descendĆa de los Cielos y decĆa: Cortad el Ć”rbol y destruidlo, dejad en la tierra el tronco con sus raĆces, ligado con ligaduras de hierro y bronce entre la hierba del campo y con el rocĆo de los cielos sea baƱado, y con las bestias del campo sea su porción, hasta que pasen siete tiempos sobre Ć©l, 24 esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del AltĆsimo que ha venido sobre mi seƱor el rey: 25 Te echarĆ”n de entre los hombres, y con las bestias del campo serĆ” tu morada, y con hierba del campo te apacentarĆ”n como a los bueyes, y con el rocĆo de los cielos serĆ”s baƱado; y pasarĆ”n siete tiempos sobre ti, hasta que reconozcas que Elyon tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien Ćl quiere. 26 Y en cuanto a la orden de dejar el tronco del Ć”rbol con sus raĆces en la tierra, significa que tu reino te quedarĆ” firme, despuĆ©s que hayas reconocido que los Cielos son los que gobiernan. 27 Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: redime tus pecados con justicia, y borra tus iniquidades mostrando misericordias para con los oprimidos, por si tal vez pueda haber una prolongación de tu tranquilidad.
28 Todo esto le sobrevino al rey Nabucodonosor. 29 Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de Babilonia, 30 el rey habló diciendo: ĀæNo es esta la gran Babilonia que yo edifiquĆ© para morada real con la grandeza de mi poder, para gloria de mi majestad? 31 AĆŗn estaban estas palabras en la boca del rey, cuando una voz cayó de los Cielos: Oh rey Nabucodonosor, a ti se te habla. El reino te es quitado. [[32]] 33 Y en la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue apartado de entre los hombres, y comĆa hierba como los bueyes, y su cuerpo se humedecĆa con el rocĆo de los cielos, hasta que su pelo creció como plumas de Ć”guila, y sus uƱas como las de las aves.
34 Pero al fin del tiempo, yo Nabucodonosor alcĆ© mis ojos a los Cielos, y mi razón me fue devuelta. Entonces bendije al AltĆsimo, y alabĆ© y glorifiquĆ© al que vive para siempre, cuyo dominio es dominio sempiterno, y su reino por todas las edades. 35 Y todos los moradores de la tierra son considerados como nada, y Ćl hace segĆŗn su voluntad en el ejĆ©rcito de los cielos y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, ni quien le diga: ĀæquĆ© haces?
36 En aquel mismo tiempo me fue devuelta mi razón y la majestad de mi reino, y miĀ dignidad y mi grandeza volvieron a mĆ, y mis consejeros y mis grandes me buscaron,Ā y fui restablecido en mi reino, y me fue aƱadida una preeminente grandeza. 37 AhoraĀ yo, Nabucodonosor, alabo y engrandezco y glorifico al Rey de los Cielos, porqueĀ todas sus obras son verdaderas y justos sus caminos, y Ćl puede abatir a aquellosĀ que andan con soberbia.
āŗ4.2 Elaha IL-laya ⦠Aram. Indudablemente, la visión del rey tuvo un efecto relevante en el conocimiento del nombre del Dios de Israel.
āŗ4.8-9 DIOSā¦Ā Aram. āelahin = dioses.
āŗ4.15 Se inserta ligado para suplir elipsis del original.
āŗ4.16Ā mente de hombre⦠Lit. corazón de hombre⦠corazón de bestia.
āŗ4.17 IL-laya⦠como en el 4.2.
āŗ4.18 DIOS⦠Aram. āelahin = dioses.
āŗ4.32 TM aƱade v. 32 Se sigue LXX.
āŗ4.37- 7.1 El P (Gƶttingen) fechado en el s. III a.C. conserva el texto de Daniel en su totalidad y presenta la forma mĆ”s antigua del texto griego. Una diferencia fundamental respecto al TM y al resto de testigos conocidos hasta 1968, se refieren al orden de capĆtulos. La compaginación presentada por el P es: 1ā4; 7ā8; 5ā6 y 9ā12, que sigue esta versión.
Juan 13
1 Antes de la fiesta de la pascua (1ĀŖJagiga), sabiendo JESĆS que su hora habĆa llegado para que pasara de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. 2 Y durante la cena (1ĀŖJagiga), cuando el diablo ya habĆa puesto en el corazón de Judas, de Simón Iscariote, que lo traicionara, 3 sabiendo que el Padre le habĆa puesto todas las cosas en las manos, y que habĆa salido de DIOS y a DIOS volvĆa, 4 se levanta de la cena (rajtza), se quita el manto (talet gadol), y tomando una toalla (matbe’aj), se la ciñó.
5 Luego echa agua en el lebrillo (kiyor), y comenzó a lavar los pies de los discĆpulos y a secarlos con la toalla (matbe’aj) con que estaba ceƱido. 6 Llega, pues, a Simón Pedro. Le dice: SeƱor, ĀæTĆŗ me lavas los pies? 7 Respondió JESĆS y le dijo: TĆŗ no entiendes ahora lo que Yo hago pero lo comprenderĆ”s despuĆ©s de estas cosas. 8 Le dice Pedro: Ā”No me lavarĆ”s los pies jamĆ”s! JESĆS le respondió: Si no te lavo (rajtza), no tienes parte conmigo. 9 Le dice Simón Pedro: Ā”SeƱor, no solo los pies, sino tambiĆ©n las manos y la cabeza! 10 JESĆS le dice: El que ha sido baƱado no tiene necesidad de lavarse sino los pies pues estĆ” todo purificado; y vosotros estĆ”is purificados, aunque no todos. 11 Porque sabĆa por quiĆ©n estĆ” siendo entregado. Por eso dijo: No todos estĆ”is purificados.
12 AsĆ que, despuĆ©s de lavarles los pies, tomó su manto (talet gadol), volvió a reclinarse y les dijo: ĀæEntendĆ©is lo que os he hecho? 13 Vosotros me llamĆ”is el Maestro y el SeƱor y decĆs bien, porque lo soy. 14 Pues si Yo, el SeƱor y el Maestro, os lavĆ© los pies, tambiĆ©n vosotros debĆ©is lavaros los pies unos a otros. 15 Porque ejemplo os di, para que como Yo os hice, asĆ tambiĆ©n hagĆ”is vosotros. 16 En verdad, en verdad os digo, un esclavo no es mayor que su seƱor, ni un enviado (shaliaj/apostolos) es mayor que el que lo envió. 17 Si sabĆ©is estas cosas, bienaventurados sois si las practicĆ”is. 18 No hablo de todos vosotros, Yo sĆ© a quiĆ©nes me escogĆ, mas para que se cumpla la Escritura: El que come de mi pan levantó contra MĆ su calcaƱar. 19 Desde ahora os lo digo, antes que llegue a suceder, para que cuando suceda, creĆ”is que YO SOY. 20 En verdad, en verdad os digo: El que recibe al que Yo envĆe, me recibe a MĆ, y el que me recibe a MĆ, recibe al que me envió.
21 Habiendo dicho esto, JESĆS se turbó en su espĆritu y dio testimonio, y dijo: En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregarĆ”. 22 Los discĆpulos se miran unos a otros, dudando acerca de quiĆ©n habla.Ā 23 Uno de sus discĆpulos (a quien amaba JESĆS) estaba reclinado en el regazo de JESĆS; 24 a este, pues, hace seƱas Simón Pedro para que preguntase a quiĆ©n se referĆa. 25 AsĆ pues, al recostarse Ć©l sobre el pecho de JESĆS, le dice: SeƱor, ĀæquiĆ©n es? 26 JESĆS responde: Es aquel para quien Yo mojarĆ© y le darĆ© el bocado (korej). Y mojando el bocado (korej) lo da a Judas, el de Simón Iscariote. 27 Y ahĆ mismo, tras el bocado (korej), entró SatanĆ”s en Ć©l. Entonces JESĆS le dice: Lo que haces, hazlo mĆ”s pronto. 28 Ninguno de los que estaban reclinados entendió con quĆ© propósito le dijoĀ Ā esto; 29 porque, puesto que Judas tenĆa la bolsa, algunos pensaban que JESĆS le dice: Compra lo que tenemos necesidad para la fiesta (seder) o que diera algo a los pobres (tzedaqa). 30 AsĆ que, habiendo Ć©l tomado el bocado, enseguida salió, y era de noche.
31 Entonces, cuando salió, dice JESĆS: Ahora fue glorificado el Hijo del Hombre, y DIOS fue glorificado en Ćl. 32 Y DIOS lo glorificarĆ” en sĆ mismo, y lo glorificarĆ” enseguida. 33 Hijitos, aĆŗn estoy con vosotros un poco. Me buscarĆ©is, pero como dije a los judĆos: Adonde Yo voy, vosotros no podĆ©is venir, tambiĆ©n a vosotros lo digo ahora. 34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os amĆ©is unos a otros; como os amĆ©, que tambiĆ©n os amĆ©is unos a otros. 35 En esto conocerĆ”n todos que sois mis discĆpulos, si os tenĆ©is amor unos a otros.
36 Le dice Simón Pedro: SeƱor, Āæa dónde vas? JESĆS respondió: Adonde voy noĀ puedes seguirme ahora pero me seguirĆ”s mĆ”s tarde. 37 Le dice Pedro: SeƱor, ĀæporĀ quĆ© no puedo seguirte ahora? Ā”Mi vida pondrĆ© por Ti! 38 JESĆS responde: ĀæTu vidaĀ pondrĆ”s por MĆ? De cierto, de cierto te digo: No cantarĆ” un gallo antes que meĀ niegues tres veces.
āŗ13.1 Se inserta estaban para suplir elipsis del original.
āŗ13.3 sabiendo… Mā aƱaden JesĆŗs.
āŗ13.5 lebrillo… Vasija para lavar los pies.
āŗ13.10 baƱado… Gr. leloumĆ©nos. Debe diferenciarse de lavarse.
āŗ13.15 ejemplo… āLc 22.27.
āŗ13.16 no es mayor… āMt 10.24; Lc 6.40; Jn 15.20.
āŗ13.18 calcaƱar… Esto es talón āSal 41.9.
āŗ13.20 meĀ recibe… āMt 10.40; Mr 9.37; Lc 9.48; 10.16.
āŗ13.21 se turbó… Es decir, se estremeció.
āŗ13.26 mojarĆ©… darĆ©… Al no percibir la importancia teológica, algunas versiones traducen bĆ”pto y dóso como subjuntivo (hipotĆ©tico): mojare, diere.
āŗ13.26 bocado… Gr. psomĆon. NTG no registra Ć”rtos = pan.
āŗ13.27 hazlo mĆ”s pronto… Es decir, cuanto antes.
āŗ13.33 Adonde Yo voy… ā7.34.
āŗ13.34 mandamiento nuevo… ā15.12,17; 1Jn 3.23; 2Jn 5.
āŗ13.38 niegues… Lit. negarĆ”s.
Ā Juan 14
1 No se turbe vuestro corazón; creed en DIOS, creed tambiĆ©n en MĆ. 2 En la casa deĀ mi Padre hay muchas moradas; y si no, Āæos hubiera dicho que voy a preparar lugarĀ para vosotros? 3 Y cuando me vaya y os prepare lugar, vengo otra vez y os tomarĆ© aĀ MĆ mismo, para que donde Yo estoy, vosotros tambiĆ©n estĆ©is. 4 Y sabĆ©is el caminoĀ adonde voy.
5 Le dice TomĆ”s: SeƱor, no sabemos a dónde vas, Āæcómo podemos saber elĀ camino? 6 JESĆS le dice: Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida; nadie viene alĀ Padre sino por MĆ. 7 Si me habĆ©is conocido, tambiĆ©n llegarĆ©is a conocer a mi Padre,Ā y desde ahora lo conocĆ©is y lo habĆ©is visto. 8 Le dice Felipe: SeƱor, muĆ©stranos alĀ Padre y nos basta. 9 JESĆS le dice: ĀæTanto tiempo estoy con vosotros, y no me hasĀ conocido Felipe? El que me ha visto, ha visto al Padre. ĀæCómo dices tĆŗ: MuĆ©stranosĀ al Padre? 10 ĀæNo crees que Yo estoy en el Padre y el Padre en MĆ? Las palabras queĀ Yo os digo no las hablo por mi propia cuenta, sino el Padre que mora en MĆ, hace susĀ obras. 11 Creedme que Yo estoy en el Padre y el Padre en MĆ; y si no, creed a causaĀ de las mismas obras. 12 De cierto, de cierto os digo: El que cree en MĆ, las obras queĀ Yo hago, tambiĆ©n Ć©l las harĆ”, y mayores que estas harĆ”, porque Yo voy al Padre. 13Ā Y todo lo que pidĆ”is en mi Nombre, eso harĆ©, para que el Padre sea glorificado en elĀ Hijo. 14 Si algo me pedĆs en mi Nombre, Yo lo harĆ©.
15 Si me amĆ”is, guardarĆ©is mis mandamientos. 16 Y Yo rogarĆ© al Padre y os darĆ” otro ParĆ”cletos para que estĆ© con vosotros para siempre: 17 Al EspĆritu de la Verdad, al cual el mundo no puede recibir, pues no lo ve ni lo conoce. Vosotros lo conocĆ©is, porque estĆ” con vosotros y estarĆ” en vosotros. 18 No os dejarĆ© huĆ©rfanos; vengo a vosotros. 19 AĆŗn un poco, y el mundo no me ve mĆ”s, pero vosotros me veis. Porque Yo vivo, vosotros tambiĆ©n vivirĆ©is. 20 En aquel dĆa vosotros conocerĆ©is que Yo estoy en mi Padre, y vosotros en MĆ, y Yo en vosotros. 21 El que tiene mis mandamientos (mitzvot) y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, serĆ” amado por mi Padre, y Yo lo amarĆ© y me manifestarĆ© a Ć©l.
22 Le dice Judas (no el Iscariote): SeƱor, ĀæquĆ© significa que te manifestarĆ”s a nosotros y no al mundo?Ā 23 Respondió JESĆS, y le dijo: El que me ame, mi Palabra guardarĆ” y mi Padre lo amarĆ”, y vendremos a Ć©l y haremos morada con Ć©l. 24 El que no me ama, no guarda mis Palabras (debarim); y la Palabra que oĆs no es mĆa, sino del Padre que me envió. 25 Estas cosas os he hablado estando con vosotros, 26 pero el ParĆ”cletos, el EspĆritu Santo, a quien el Padre enviarĆ” en mi Nombre, Ćl os enseƱarĆ” todas las cosas y os recordarĆ” todo lo que os dije. 27 Paz os dejo, mi paz os doy. Yo os la doy no como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. 28 OĆsteis que Yo os dije: Voy y vengo a vosotros. Si me amarais, os regocijarĆais de que voy al Padre, porque el Padre es mayor que Yo. 29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creĆ”is. 30 No hablarĆ© ya mucho con vosotros, porque viene el prĆncipe de este mundo y nada tiene en MĆ; 31 mas para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, asĆ hago.
Levantaos, Ā”vayamos desde aquĆ!
āŗ14.1 creed… creed… El contexto exige imperativo en ambos verbos.
āŗ14.6Ā nadie viene… ā7.34; 78.
āŗ14.11 creed… Mā creedme.
āŗ14.14 me pedĆs… Mā omiten la partĆcula me.
āŗ14.15 guardarĆ©is… Mā registran guardad.
āŗ14.16 otro ParĆ”cletos… Es decir, en lugar de JesĆŗs.
āŗ14.17 con vosotros… en vosotros…
āŗ14.22 ĀæquĆ© significa… Lit. ĀæquĆ© ha pasado?
āŗ14.28 amarais… Lit. amabais; regocijarĆais… Lit. regocijasteis;Ā mayor que Yo… Como persona, no en esencia ā17.5; Fil 2.6-7.
Maros 8:1-26.
1 En aquellos dĆas, habiendo otra vez mucha gente que no tenĆa quĆ© comer, llama a sus discĆpulos y les dice: 2 Siento compasión por la multitud, porque ya han estado conmigo tres dĆas y no tienen quĆ© comer, 3 y si los envĆo en ayunas a su casa, se desmayarĆ”n por el camino, y algunos de ellos han venido de lejos. 4 Sus discĆpulos le respondieron: ĀæDe dónde podrĆ” alguno satisfacer de pan a estos aquĆ en el desierto? 5 Les preguntó: ĀæCuĆ”ntos panes tenĆ©is? Ellos respondieron: Siete.Ā 6 Entonces mandó a la multitud recostarse en la tierra, y tomando los siete panes, dio gracias, los partió y los iba dando a sus discĆpulos para que los repartieran, y los repartieron a la multitud. 7 TenĆan ademĆ”s unos pocos pececillos, y habiĆ©ndolos bendecido, dijo que tambiĆ©n los repartieran. 8 Y comieron y se saciaron, y de laĀ abundancia de trozos recogieron siete grandes canastas. 9 Eran como unos cuatroĀ mil, y los despidió.
10 Enseguida entró en la barca con sus discĆpulos y fue a las regiones de Dalmanuta. 11 Y los fariseos, para tentarlo, salieron y comenzaron a discutir con Ćl, pidiĆ©ndole una seƱal del cielo.Ā 12 Y suspirando con su espĆritu, dice: ĀæPor quĆ© esta generación busca una seƱal? De cierto os digo: No serĆ” dada ninguna seƱal a esta generación. 13 Y dejĆ”ndolos, se embarcó nuevamente, y se fue a la ribera opuesta.
14 Y se olvidaron de tomar panes, y no tenĆan consigo sino un pan en la barca.Ā 15 Y les ordenó diciendo: Mirad, guardaos de la levadura (jametz) de los fariseos y de la levadura (jametz) de Herodes. 16 (Y discutĆan entre sĆ que no tenĆan panes).Ā 17 AdvirtiĆ©ndolo, les dice: ĀæPor quĆ© discutĆs que no tenĆ©is panes? ĀæAĆŗn no reflexionĆ”is, ni entendĆ©is? ĀæTenĆ©is embotado vuestro corazón? 18 ĀæTeniendo ojos no veis y teniendo oĆdos no oĆs? ĀæNo recordĆ”is 19 cuĆ”ntos cestos llenos de trozos recogisteis cuando partĆ los cinco panes para los cinco mil? Le dicen: Doce. 20 Cuando los siete para los cuatro mil, ĀæcuĆ”ntas canastas grandes llenas de pedazos recogisteis? Y dicen: Siete. 21 Y les decĆa: ĀæAĆŗn no entendĆ©is?
22 Al llegar a Betsaida le traen un ciego y le ruegan que lo toque. 23 Y tomando de la mano al ciego, lo sacó fuera de la aldea, y despuĆ©s de escupirle en los ojos y poner las manos sobre Ć©l, le preguntaba: ĀæVes algo? 24 Y alzando los ojos, decĆa: Veo a los hombres, pero los veo como Ć”rboles que andan. 25 Y le puso otra vez las manos sobre sus ojos, entonces Ć©l miró fijamente y se restableció, y veĆa claramente todas las cosas desde lejos. 26 Y lo envió a su casa, diciendo: Ni siquiera entres en la aldea.
āŗ8.2 siento compasión… Lit. Se me enternecen las entraƱas.
āŗ8.10 Dalmanuta…Ā No hay contradicción con el par. āMt 15.21. Se refiere a la región, MagadĆ”n el de laĀ ciudad.
āŗ8.11 seƱal del cielo… āMt 12.38; Lc 11.16.
āŗ8.12 una seƱal… āMtĀ 12.39-40; Lc 11.29.
āŗ8.13 embarcó… TR aƱade en la barca.
āŗ8.15 fariseos… āLcĀ 12.1.
āŗ8.16 entre sĆ… Muchos mss. aƱaden diciendo; tenĆan… TR registra trajimosĀ de Mt 16.7.
āŗ8.18 āIs 6.9-10; Jer 5.21; Ez 12.2.
āŗ8.19 cestos… Gr. kófinos.
āŗ8.20Ā canastas grandes… Gr. spurĆs.
āŗ8.23 lo sacó fuera… JesĆŗs ya habĆa pronunciadoĀ juicio contra aquella aldea āMt 11.20-24; escupirle… Lit. habiendo escupido; vesĀ algo… Lit. ĀæSi algo ves?
āŗ8.26 entres… TR aƱade ni lo digas a nadie.
āŗ8.27 soy…Ā Lit. ser.
Efesios 4:1-16.
1 Yo, pues, el prisionero del SeƱor, os exhorto a andar (halajĆ”) como es digno del llamamiento con que fuisteis llamados, 2ācon toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportĆ”ndoos unos a otros en amor, 3āesforzĆ”ndoos por guardar la unidad del EspĆritu en el vĆnculo de la paz. 4āUn cuerpo y un EspĆritu, como tambiĆ©n fuisteis llamados en una esperanza de vuestro llamamiento:Ā 5 Un SeƱor, una fe, un bautismo,Ā 6 un DIOS y Padre de todos, quien es sobre todos, a travĆ©s de todos y en todos.
7āPero a cada uno nos fue dada la gracia segĆŗn la medida del don de CRISTO, 8āpor lo cual dice: “Cuando ascendió a lo alto, llevó cautiva una hueste de cautivos, dio dones a los hombres”.Ā 9ā(Y lo de que Ā«ascendió», ĀæquĆ© es, sino que tambiĆ©n descendió a las profundidadesĀ de la Tierra? 10āEl que descendió es el mismo que tambiĆ©n ascendió por encima deĀ todos los cielos para llenarlo todo). 11 Y Ćl dio: a unos, apóstoles; a otros, profetas; aĀ otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12ācon miras al equipamiento de losĀ santos para la obra del servicio, para la edificación del cuerpo de CRISTO, 13āhastaĀ que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de DIOS, aĀ un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de CRISTO, 14āpara queĀ ya no seamos niƱos fluctuantes, sacudidos por las olas y zarandeados por todoĀ viento de doctrina en la maniobra tramposa de hombres que emplean con maestrĆaĀ las artimaƱas del error, 15āsino que hablando verdad en amor, crezcamos en todasĀ las cosas en Aquel que es la cabeza, CRISTO, 16 por quien todo el cuerpo estÔ siendo estructurado y unido por la provisión de cada ligamento, y segĆŗn la funciónĀ sobrenatural de cada miembro, el crecimiento del cuerpo se realiza en amor para suĀ propia edificación.
*QuizĆ”s se trate de la carta a los laodicenses āCol 4.16.
āŗ4.2 con toda humildad…Ā āCol 3.12-13; soportĆ”ndoos… Otra traducción posible: aguantĆ”ndoos.
āŗ4.5-6 PoesĆa para ser recitada o cantada ā5.19; Hch 16.25; Col 3.16.Ā
āŗ4.7 don… Lit. regalo. Diferente del carisma.
āŗ4.8 ascendió a lo alto… āSalĀ 68.18.
āŗ4.9 descendió… Mā aƱaden primero.
āŗ4.13 conocimiento pleno… ā1.17; perfecto… Esto es, maduro. ElĀ cuerpo, que es la iglesia conforme a la madurez del MesĆas, que es la cabeza.
āŗ4.15Ā hablando… Otra traducción posible: haciendo.
āŗ4.16 todo el cuerpo… āCol 2.19; estĆ” siendo… Ambos participios: estĆ” siendo estructurado… estĆ” siendo unido… (en presente) indican que la iglesia de Cristo estĆ” siendo edificada hoy.

