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Porción 22

Texto áureo: Genesis 38
Lecturas para adultos en la semana

Día 1 Génesis 38

Día 2 Esdras 4

Día 3 Daniel 4

Día 4 Juan 13-14

Día 5 Maros 8:1-26

Día 6 Efesios 4:1-16

I- Todo lo que se hace tiene consecuencias.

Es impactante ver cómo pequeños eventos implican situaciones o consecuencias gigantescas, aunque sean situaciones que al momento no muestren lo desastrosas que son. En este caso un regalo de Jacob a José (v. 3) costó 400 años de esclavitud en Egipto.

II- Todos son hijos sin importar que sean hermanos.

Ser un padre justo y darle a cada niño un trato igualitario nunca fue una ta-rea fácil. Los padres muchas veces favorecen a un hijo más que a otro, pero debemos entender que en la mayoría de los casos esto no es malintencionado, como en esta historia, casi siempre es un deseo de balancear la situación para favorecer a alguno de ellos. La realidad es que eso siempre traerá problemas para el favoreci-do, porque se puede sobrevalorar a sí mismo o a los demás, ya que le verán con resabio y se sentirán desplazados. En el caso de los hijos únicos, esto es peor por-que ya es el “elegido” sin haber peleado siquiera. La mejor forma de combatir esto es entendiendo que tenemos un Padre celestial que no hace acepción de perso-nas [1].

III- Las dos necesidades de todo humano.

Todo hombre tiene dos necesidades básicas, por lo que pasará su vida tra-tando de cubrirlas: (1) Amor, que es la necesidad de ser querido incondicional-mente; (2) Significado, que es la necesidad de ser respetado y valorado incondicionalmente. Esta es la causa principal de frustración humana, pues todos estamos necesitados y al buscar a alguien o algo que llene ese vacío entonces aparece la frustración por nunca poder lograrlo. Una poesía lo describe de esta manera:

«…La limitación del corazón humano es grande, pues él no puede hacer nada por sí mismo, él siempre dependerá de otro corazón que lo ayude y que igualmente lo ame para que él pueda también ser feliz. En esas condiciones, el corazón humano está siempre sujeto a las limitaciones de otro, a veces hasta más débil y mucho más carente que nuestro propio corazón, aumentando así, cada vez más, el circulo vicioso de la infelicidad...»[2].

IV- Solo Dios llena el vacío humano.

En la relación con Dios es que se puede cubrir esto plenamente. Por eso alguien dijo una vez que el vacío del hombre es tan grande que solo puede ser cubierto por un Dios más grande que ese vacío. El mismo poema continúa diciendo al respecto:

«… Nadie te puede amar como Jesús te ama, simplemente porque Jesús no tiene amor, Él es el amor, el verdadero amor. Que no puede ser encontrado en el corazón humano porque viene de lo alto, es espiritual, sobrenatural, sagrado… su divino amor no establece condiciones o imposiciones para amarte, Jesús te ama como tú eres. Para Él, tú no eres feo o lindo, grande o pequeño, blanco o negro, rico o pobre, joven o viejo; pues Jesús no ve tu apariencia, Él ve tu corazón. Y es ahí en tu corazón que Él quiere habitar, para lavar tus heridas, sacar toda tu amargura, secar todas tus lágrimas y limpiar las cicatrices de tu alma, porque tú eres demasiado y muy importante para Él. Y finalmente, tú vas a encontrar aquello que tanto buscas: La felicidad. Pues solo el amor de Jesucristo tiene la capacidad de dar todo lo que tú necesitas para ser feliz. Mira, nadie te puede amar como el Señor Jesús te ama[3].

Preguntas:

1.- ¿Has tenido la experiencia de ver cómo detalles en la vida de alguien se han convertido en grandes problemas para ellos y los demás?

2.- ¿Cuán terrible puede haber sido para alguien el ser sobrevalorado o desplazado por los padres?

3.- ¿Cómo le explicarías a alguien acerca del beneficio de ser hijo de Dios?

4.- ¿En qué sentido el capítulo 38 es consecuencia del 37?

[1] Gá 2:6.

[2] Nadie te puede amar como Jesús te ama, álbum: Jesús te ama, autor: Nelson Ned (AIN: B073MQSY1W).

[3] Ibid.​

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