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Porción 33

Texto áureo: Ex 7-10

Lecturas para adultos en la semana:
Ex 7-8; Ex 9-10; Sal 94; Ecl 8; Is 13-14; Nah 1-3

Descripción del tema:
1. Si el propósito de Dios era redimir a su pueblo de la esclavitud egipcia, ¿por qué no lo sacó simplemente? Realmente, podía haber liberado a su pueblo sin confrontación. ¿Por qué tanta violencia? En primer lugar, debemos recordar que los caminos de Dios son más altos que los nuestros; Él trabaja en un plano completamente diferente. Cuando un humano es herido por otro, física o emocionalmente, la reacción instintiva es de “golpear” física o emocionalmente. Unas veces nos refrenamos y otras no, pero todos tenemos un instinto de autoprotección natural. En segundo lugar, cualquier acto de un simple mortal no representa ninguna amenaza para Dios. Por lo tanto, Él nunca tendrá una reacción instintiva, ni un deseo natural de castigar por el simple hecho de una reacción. Las acciones humanas son relevantes a Dios solo porque Él permite que sean relevantes. Él decidió que a través de determinadas órdenes el ser humano pudiera expresar su amor a Él. En tercer lugar, Él es el Creador, Señor y único Ser perfecto, por tanto, cualquier desavenencia de una criatura con Él siempre será porque esta ha violentado los principios básicos de su propia naturaleza. Entonces, la relación con Dios implica que los actos de Dios van a estar a la medida de la necesidad real del asunto y no necesariamente deben ser entendidas por los hombres. Es la justicia divina acerca de cualquier asunto lo que dispara cualquier acción de Él. Así que acciones evaluadas por Dios como pecaminosas llevarán respuestas de igual medida.

2. Dios le dice a Moisés que la misma vara que se convierte para su pueblo en una serpiente (4.3 najas נָחָשׁ), para faraón y su corte se convertiría en un cocodrilo (7.9 tannin תַּנִּין). ¿Por qué esta diferencia? Los egipcios creían en la deidad del cocodrilo del Nilo, y Dios les quería transmitir un mensaje: Todas las cosas que para ellos eran importantes, por no dejar salir al pueblo de Dios, serían transformadas en algo sin valor alguno como ocurría con aquel palo seco. Ni la influencia de Faraón, ni sus riquezas le salvarían de una sentencia divina.

3. Las plagas afectaron a los egipcios, pero nunca a los israelitas. Esto debía ser más que suficiente para que Faraón pudiera entender que Dios tenía un plan con aquellos esclavos.

4. ¿Cuándo la fe de una persona se manifiesta? No es únicamente cuando Dios hace un milagro que no queda otro remedio que creer, sino cuando hay alguna posibilidad de que haya sido una casualidad o algo natural y, sin embargo, la persona inclina su corazón a creer que Dios es el autor del hecho. Es por esta razón que el Señor envía plagas a los egipcios. Si realmente ellos hubieran querido tener fe en Él, he aquí una oportunidad para que Su bendición se manifestara en ellos y no la desgracia que se les avecinaba.

5. Dios conecta una plaga con la otra para que Faraón, que no era ningún tonto, se diera cuenta que nada era casualidad o natural. Él realmente no quiso entender que aquellos milagro y eventos sobrenaturales eran la demostración de la voluntad divina detrás del asunto. Él no deseaba inclinar su corazón ante Dios. 

Preguntas:
a) ¿Por qué se puede decir que el juicio de Dios nunca será injustificado?

b) Analice cada una de las plagas y vea sus peculiaridades.

c) ¿Cree usted que si los egipcios hubieran dejado salir a Israel Dios les habría perdonado? ¿Por qué?

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