Texto áureo: Ex. 23.20-33
Lecturas para adultos en la semana:
Ex. 23.20-33; Sal. 95; Ro. 2.17-29; Ro. 15.7-21; 1 Co. 10.1-22; Fil. 1.12-30
Descripción del tema:
1. Para entender esta porción se deben aclarar dos detalles:
a) Lo primero es definir qué es realmente un «ángel». En español y la cultura popular, «ángel» sugiere una clase de ser espiritual creado por Dios, que puede asumir forma humana en algún momento. Sin embargo, la palabra «ángel» en sí es el deseo de transliterar la palabra griega angelos (ἄγγελος). Ahora, angelos es una traducción directa de la palabra hebrea malaj (מלאך), que simplemente significa «mensajero». Si bien la palabra se refiere muchas veces a entidades espirituales, su uso es más amplio en el hebreo. Puede referirse a cualquier persona, sea humana o no, que realice la labor de un mensajero o un enviado[1].
b) ¿Quién es el ángel que aparece aquí? Debemos tener algunos elementos claros:
– Es llamado Dios y el Ángel que Redime (Gn. 48.16).
– Dios dice que fue Él mismo quien los hizo subir de Egipto (Jue. 2.1), cosa que corrobora Judas en el verso 5 de su carta (Jd. 5)[2].
– El Ángel se llama a sí mismo Admirable (Jue. 13.18). Compárese eso con Isaías 9.6.
– El apóstol Juan deja claro que a Dios nadie le ha visto jamás, entonces cuando ha ocurrido que se ha visto a Dios, a quien se ha visto de la deidad realmente es a Jesús (Jn. 1.18), pues Él es la imagen visible del Dios invisible (Col. 1.15).
c) Dios prometió a Israel que entrar a la tierra prometida sería entrar a su reposo espiritual (mnujah)[3]. Es esto lo narrado en el Salmo 95 y es explicado en Hebreos 3.
2. En esta porción Dios anuncia que su Ángel guiaría a su pueblo por el desierto hasta llegar a la tierra prometida (en donde tendrían el reposo espiritual), pero la rebeldía en el desierto frustró y puso en espera esta promesa. No es que hubiera sorprendido esto a Dios, sino que Él se lo anunció como precedente de la verdadera promesa. De igual manera Jesús es quien nos ha llevado hasta el Padre a través de su obra salvífica (donde se halla el reposo o mnujá espiritual), y como cuidador de esa realidad nuestra prometió estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Esto ultimo es el cumplimiento de dicha promesa de entrar en el reposo eterno de Él.
3. Note el juego de palabras en el v.22 para decir que el pueblo debía oír, no la voz del Ángel (que para esto debía usar tercera persona), sino la de Dios mismo (por lo que usa primera persona). Y como también en vez de ser el Ángel quien le defendiera (tercera persona) sería el mismo Dios quien lo haría (primera persona).
4. Mirando de manera literal el v.21, el pueblo debía guardarse a sí mismo al estar delante de la cara del Ángel, ser obediente a la potencia de su voz y no amargarse ante las órdenes que no entendiera. Y la razón es sencilla: «Mi nombre está en Él»[4]. Entonces si a quien estaban viendo allí era realmente a Dios (Jesús), ¿entiende usted lo que sucedió con todos los que se pararon delante de Él siglos después en Jerusalén para humillarle y destruirle? Nadie mató a Jesús, Él entregó su vida[5].
5. El resto de la porción incluye leyes para la vida real. El pueblo debía convivir con otros pueblos, pues sería luz en medio de la oscuridad. Este destino para Israel implicaba recomendaciones para cuando estuviera en medio de los gentiles. Ellos debían cuidarse de no hacer lo mismo que los gentiles hacían, pues sus culturas eran resultado del arrastre de las corrientes sociales, de las soluciones humanas y de los hábitos pecaminosos. No es que Dios fuera xenófobo o racista, porque Israel también tenía mucho que cambiar, sino que las leyes santas que les estaba regalando les haría una nación santa con un sacerdocio para el resto de las naciones. Eso meritaba la no contaminación con las costumbres gentiles pecaminosas.
Preguntas:
a) ¿Qué implicaciones ve usted en que el Ángel que guio a Israel en el desierto pudiera ser Jesús?
b) Lea detenidamente cada mandamiento en esta porción y sepárelos entre sí. ¿Cuántos ha encontrado?
c) Comparta con su grupo cuál de estos mandamientos le llamó más la atención y por qué.
d) ¿Cree usted que la iglesia debería asumir un cuidado especial en su relación con el mundo para no adoptar la cultura gentil? ¿Cómo sugiere que deba hacerlo?
[1] Por ejemplo, un enviado eran los shaliaj que es el equivalente hebreo de la palabra griega apostolos. Este era un enviado a hablar e inclusive con capacidad de hacer contratos por alguien. En la liturgia hebrea es la persona que dirige el servicio sinagogal.
[2] La mayoría de las versiones al español dicen Señor y no Jesús, sin embargo, los estudios actuales de crítica textual sugieren (basados en los mejores y más antiguos manuscritos) que el original debió decir Jesús y que fueron copistas posteriores los que hicieron la sustitución por Señor.
[3] Ver Porción 46.
[4] Para ampliar en este tema se recomienda el libro Mirando a lo invisible, del propio autor, KDP (ISBN: 978-1693271656).
[5] Jn 10.17-18